miércoles, 7 de octubre de 2015

Aumenta 20 por ciento financiamiento a lucha contra cambio climático

* Informó en Lima la OCDE en reunión previa a la COP21
* Del 30 de noviembre al 11 de diciembre la cumbre en París
* Tiene el objetivo de alcanzar cien MMDD

De la Mesa de Redacción Rafael Castilleja
De Arcano Político

Crece en 2014 cerca del 20 por ciento en relación al año anterior, la financiación de los países desarrollados a la lucha contra el cambio climático, con base en una evaluación de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) presentada esta mañana en Lima, Perú, como adelanto a la COP21.

Francia va a acoger y presidir en París la vigésimo primera Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2015 (COP21/CMP11), también llamada «París 2015» del 30 de noviembre al 11 de diciembre.

Se trata de una fecha crucial, ya que debe desembocar en un nuevo acuerdo internacional sobre el clima aplicable a todos los países, con el objetivo de mantener el calentamiento global por debajo de los 2ºC.

Francia desempeñará por lo tanto un papel de primer orden en el plano internacional, para acercar las posiciones y facilitar la búsqueda de un consenso en Naciones Unidas y también en la Unión europea, la cual ocupa un lugar importante en las negociaciones sobre el clima.

En 2014, las fuentes de financiación pública y privada que los países desarrollados movilizaron en el marco de la lucha contra el cambio climático en los países en desarrollo alcanzó la cifra de 62.000 millones de dólares, frente a los 52.000 millones de 2013; con ello, en el bienio 2013-14 se ha alcanzado un promedio anual de 57.000 millones de dólares, de acuerdo con un nuevo estudio realizado por la OCDE en colaboración con la Iniciativa de Política Climática (CPI).

La financiación para el cambio climático en 2013-14 y el objetivo de 100.000 millones de dólares ofrece una estimación actualizada y sólida de la financiación pública y privada conseguida por los países desarrollados en cumplimiento de sus compromisos adquiridos en los Acuerdos de Cancún de la CMNUCC en 2010, en el contexto de unas iniciativas decididas de atenuación del cambio climático y de una actuación transparente en su aplicación, con el objetivo de alcanzar en 2020, actuando de forma conjunta, la cifra de 100.000 millones de dólares al año en fondos para abordar las necesidades de los países en desarrollo.

“Nuestras estimaciones nos animan a ser optimistas en cuanto a los avances logrados. Se calcula que la financiación conseguida por los países desarrollados en 2014 ha alcanzado una cifra total anual de 62.000 millones de dólares. Estamos aproximadamente a mitad de camino en el tiempo que nos hemos marcado, mientras que en términos de la financiación lograda, hemos superado ya esa primera mitad; no obstante, está claro que aún queda bastante por hacer”, afirmó el Secretario General de la OCDE, Angel Gurría, al exponer las estimaciones de la Organización en Lima de cara a una reunión ministerial sobre la  financiación para hacer frente al cambio climático.

Estos cálculos se elaboraron a petición de los gobiernos de Perú y Francia, en el contexto de sus responsabilidades como presidencias saliente y entrante de la Conferencia de las Partes (COP) de la CMNUCC. Los flujos de financiación para el clima son un importante elemento de las negociaciones durante el período previo a la COP21 de París, donde se espera que los países concluyan un nuevo acuerdo internacional sobre respuestas frente al desafío del cambio climático más allá de 2020.

La estimación, de carácter preliminar, que presenta el informe, engloba la financiación para el clima de origen tanto público como privado conseguida en los años 2013 y 2014. El informe ofrece una imagen fiel de los flujos de financiación climática, basada en datos aportados expresamente por países y entidades financieras. La financiación de los proyectos relacionados con el carbón se ha excluido de esta estimación agregada.

La estimación de la OCDE comprende los fondos públicos aportados por los gobiernos de los países donantes a través de diversos instrumentos e instituciones, incluidos préstamos sin condiciones favorables. Incluye igualmente los fondos procedentes del sector privado destinados a proyectos relacionados con el cambio climático que han sido movilizados directamente gracias a iniciativas públicas de los países desarrollados. Hay un reconocimiento de a de la importancia que revisten las iniciativas de fomento de la capacidad y las relacionadas con las políticas, así como los entornos propicios.  Sin embargo, es un desafío destacado dar cuenta de ello en términos cuantitativos.

La financiación pública, bilateral o multilateral, supuso más del 70% de los flujos financieros en el bienio 2013-14, mientras que los fondos movilizados por la iniciativa privada alcanzaron un porcentaje superior al 25%; el resto correspondió a créditos a la exportación. Más de tres cuartas partes del total de la financiación para el clima estimada se destinó al apoyo a actividades de atenuación, mientras que alrededor de un sexto se asignó a sostener medidas adaptativas; un pequeño porcentaje iba dirigido simultáneamente a ambas.

Publicado con adelanto respecto a la COP21 para fomentar la transparencia sobre los avances hacia el objetivo de los 100.000 millones de dólares, el informe aprovecha otras recientes iniciativas internacionales dirigidas a mejorar el seguimiento de la financiación climática, incluida la Comisión Permanente de Finanzas de la CMNUCC. Las enseñanzas extraídas de esta iniciativa pueden resultar útiles para fundamentar las futuras medidas destinadas a mejorar la transparencia y exhaustividad en la cuantificación, el seguimiento y la información sobre la financiación para el clima. La OCDE está preparada para dar su apoyo a estas iniciativas.

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