* El presidente electo afirma en un tuit que en aras de la rapidez el muro será financiado con fondos de EE.UU. y devueltos más tarde por México
De la Mesa de Redacción
De nuestra afiliada La Voz de América
Dos personas caminan hacia barras de metal que marcan la frontera de los Estados Unidos donde se encuentra con el Océano Pacífico, 2 de marzo de 2016, en Tijuana, México. |
Indicaron el presidente electo, Donald Trump, y su equipo de
campaña que el muro que se piensa erigir en la frontera con México puede ser
construido con fondos otorgados por el Congreso y no del país vecino como se
había prometido repetidamente en la campaña.
El propio Trump defendió la idea este mismo viernes, cuando
escribió en su cuenta de Twitter: “La prensa deshonesta no reporta que
cualquier dinero gastado en construir la Gran Muralla (en aras de la rapidez)
¡será devuelto más tarde por México!”
Su tuit respondió a reportes sobre la existencia de un plan
en desarrollo, que contempla aprovechar las leyes vigentes que autorizan la
instalación de un cerco y de dispositivos tecnológicos a lo largo de la
frontera sur del país. Al Congreso se le solicitaría que garantice suficiente
dinero suficiente para tomar medidas adicionales, pero no se aprobaría una ley
única para autorizar un nuevo muro.
El plan fue confirmado por dos funcionarios del Congreso y
un funcionario del equipo de transición con conocimiento de las conversaciones;
todos solicitaron no ser identificados ya que no estaban autorizados para
hablar públicamente sobre el asunto. Los detalles fueron escasos y los
funcionarios enfatizaron que no se han tomado decisiones finales al respecto.
La estrategia podría ser sorpresiva para algunos, pero
evitaría una batalla legislativa que podría perder Trump si trata de conseguir
que el Congreso apruebe una legislación única que autorice el tipo de muro
fronterizo que prometió durante la campaña.
No está claro qué tanto podría hacerse a lo largo de la
frontera de 3.200 kilómetros (2.000 millas) sin acciones adicionales del
Congreso. Los legisladores aprobaron la Ley de Cerco Seguro de 2006, pero ya se
ha construido la mayor parte de esos 1.125 km (700 millas).
Sin embargo, algunas áreas están en mucho mejor estado que
otras, y los tramos largos son de valla que impiden el paso de vehículos pero
no de transeúntes.
Cualquier medida que se pudiera tomar sin la aprobación del
Congreso, probablemente se quedaría corta respecto al extravagante muro
fronterizo que Trump dijo constantemente que pagaría México. Y a pesar de la
participación del Congreso en la asignación de cualquier gasto, tal enfoque
podría hacer que Trump fuera acusado de tratar de soslayar a la Cámara de
Representantes y al Senado para tomar acciones unilaterales, algo por lo que
criticó reiteradamente al presidente Barack Obama.
Una iniciativa de gastos que incluya recursos para la
construcción en la frontera también podría provocar un enfrentamiento
legislativo por la posible oposición de los demócratas en el Senado.
Varios legisladores y funcionarios del Congreso dijeron que
el gobierno podría tener flexibilidad significativa para tomar medidas
adicionales sin la aprobación del poder legislativo.
"Hay muchas cosas que se pueden hacer con las leyes
vigentes", dijo el representante republicano de Florida, Mario Díaz
Balart, quien ha propuesto desde hace mucho tiempo una reforma integral de
inmigración, aunque enfatizó que sería el Congreso el que tomaría una solución
perdurable sobre inmigración. "No se puede minimizar el potencial impacto
de lo que puede realizar el gobierno con la ley", señaló.
Sin embargo, algunos legisladores de línea dura en materia
de inmigración ya han expresado su deseo de que el Congreso vote, dada la
prominencia que tuvo el muro durante la campaña presidencial de Trump, y su
deseo de actuar sobre el asunto.
El compromiso de Trump de construir un muro impenetrable de
concreto a lo largo de la frontera sur fue su compromiso más distintivo de
campaña.
"¡Construyan el muro!" solían gritar los
simpatizantes del magnate en los actos de campaña. "¿Quién va a
pagarlo?", les preguntaba Trump. "¡México!".
Trump a menudo prometía que el muro sería construido de
concreto con varilla corrugada y acero, que sería tan alto como el techo de los
escenarios donde se presentaba y que tendría un "hermoso portón" para
permitir el ingreso de los inmigrantes autorizados.
La mayoría de los expertos consideraron esas promesas poco
realistas e inviables, y Trump afirmó en ocasiones que el muro no tendría la
extensión de toda la frontera gracias a barreras naturales, como los ríos.
Después de que ganara la presidencia, Trump afirmó que
estaría dispuesto a tramos largos con cercas.
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