De la Mesa de Redacción Rafael Castilleja
De Arcano Político
Celebramos este miércoles 9 de diciembre, el primer Día
Internacional para la Conmemoración y Dignificación de las Víctimas del Crimen
de Genocidio y para la Prevención de ese Crimen, instituido en septiembre de
2015 en memoria de la adopción de la Convención para la Prevención y la Sanción
del Delito de Genocidio (la «Convención contra el Genocidio») aprobada en 1948.
En la Cumbre Mundial 2005, los Jefes de Estado y de Gobierno
afirmaron unánimemente que “Cada Estado es responsable de proteger a su
población del genocidio, los crímenes de guerra, la depuración étnica y los crímenes
de lesa humanidad”.
Convinieron en que, según procediera, la comunidad
internacional debería ayudar a los Estados a ejercer esa responsabilidad y a
crear capacidad de protección antes de que estallaran las crisis y los
conflictos.
Los Jefes de Estado y de Gobierno confirmaron no obstante
que «cuando fuera evidente» que un Estado no protegía a su población de los
cuatro crímenes mencionados, la comunidad internacional estaría dispuesta a
adoptar medidas colectivas, por conducto del Consejo de Seguridad y de
conformidad con la Carta de las Naciones Unidas.
La intervención sólo ocurre cuando falla la prevención. Por
lo tanto, la prevención es la base del principio de la responsabilidad de
proteger.
Mensaje del sudcoreano Ban Ki-moon, secretario general de la
ONU:
Hoy celebramos por primera vez el Día Internacional para la
Conmemoración y Dignificación de las Víctimas del Crimen de Genocidio y para la
Prevención de ese Crimen. Esta celebración además coincide con el aniversario
de la aprobación de la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de
Genocidio de 1948.
Este es un momento idóneo para ratificar nuestro compromiso
de prevenir este grave crimen internacional, honrar la memoria de las víctimas
y reafirmar el derecho a interponer recursos y obtener reparaciones, como se
reconoce en el derecho internacional.
La prevención del genocidio supone prestar más atención a
las señales de advertencia y estar dispuestos a adoptar medidas inmediatas para
poner remedio. Este es el espíritu que subyace en mi iniciativa denominada «Los
derechos humanos primero».
En definitiva, el genocidio no es algo que simplemente
ocurre, sino que se desarrolla a lo largo del tiempo. No es un «resultado»
accidental más de los conflictos, puesto que en la mayoría de los casos es un
fenómeno sistemático y planificado, que tiene unos objetivos precisos y también
puede darse fuera de las situaciones de conflicto.
Hoy en día en todo el mundo están aumentando la intolerancia
y la xenofobia. A menudo se explota la peligrosa dinámica basada en la idea de
que pertenecemos a bandos enfrentados para justificar que se excluya a
comunidades por el hecho de tener diferentes formas de identidad como la
religión, la etnia u otros aspectos, se niegue la asistencia, se restrinjan los
derechos humanos y se perpetren actos de violencia atroces.
La prevención del genocidio es una obligación específica
impuesta por el derecho internacional. La Corte Internacional de Justicia y
otros órganos judiciales han sido muy claros a este respecto. Los gobiernos
deben cumplir este imperativo invirtiendo en prevención y adoptando medidas
preventivas. En este día internacional que hoy celebramos por primera vez,
reconozcamos la necesidad de trabajar juntos de manera más concertada para
proteger a las personas de violaciones graves de los derechos humanos y
defender la humanidad que todos compartimos.
Ban Ki-moon
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