De la Mesa de Redacción
De nuestra afiliada La Voz de América
Trump-Putin. |
Los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, y de Rusia,
Vladimir Putin, se reunirán el 7 de julio en los márgenes de la cumbre del G-20
en Hamburgo, reportaron el martes agencias de noticias rusas, tras citar al
colaborador del Kremlin en política exterior Yuri Ushakov.
"Se acordó (una reunión) para el 7", señaló RIA
citando a Ushakov.
El embajador Thomas Shannon, número 3 en el Departamento de
Estado, y el embajador ruso ante Estados Unidos, Sergey Kislyak, se había
reunido el lunes para preparar el encuentro.
La Casa Blanca dijo que no hay una “agenda específica” para
la reunión entre ambos mandatarios, pero sí una lista de tópicos que
seguramente discutirán.
Trump, que prefiere tener logros concretos preparados para
sus reuniones de alto nivel, puede buscar algunas concesiones de Rusia que
muestren que hay progreso y que se trabaja en restaurar la relación entre las
dos potencias.
Putin de seguro querrá algo en retorno, y hay una larga
lista de “irritantes” entre los dos países que potencialmente podrían resolver.
Durante su campaña para la presidencia, Trump calificaba a
Putin, como un "líder fuerte" con el que le gustaría reiniciar las
tensas relaciones entre Washington y Moscú.
Pero mientras Trump se prepara para su primer encuentro cara
a cara como mandatario con Putin, se encuentra bajo presión en su país para que
adopte una postura firme con el Kremlin.
Las acusaciones de intervención de Rusia en las elecciones
de Estados Unidos del año pasado alarmaron tanto a los congresistas
republicanos como demócratas, que insisten en extender las sanciones que se
impusieron tras la anexión rusa de Crimea en el 2014, una península
perteneciente a Ucrania.
Los parlamentarios, incluido Cory Gardner, un senador
republicano de Colorado, también están preocupados porque Rusia esté
prolongando la guerra civil en Siria al seguir respaldando a su presidente,
Bashar al-Assad, un hombre cuyas fuerzas usaron armas químicas contra rebeldes
y civiles.
El caos por el conflicto en ese país ha avivado la
inestabilidad y un fuerte flujo de inmigración en dirección a Europa.
"El presidente (Trump) debe aclarar que la agresión
continua de Rusia en el mundo (...) es inaceptable, y tendrán que rendir
cuentas por ello", dijo Gardner, uno de los seis legisladores invitados
por la Casa Blanca el mes pasado para discutir con Trump sobre política
exterior en una cena.
Los servicios de inteligencia estadounidenses ha concluido
que Rusia patrocinó los ataques de piratas informáticos contra el Partido
Demócrata el año pasado para beneficiar a Trump frente a su rival Hillary
Clinton.
Moscú ha negado esas acusaciones mientras que Trump ha
calificado repetidamente la idea de cualquier relación entre su campaña y Rusia
como una "cacería de brujas". Aún así, sólo la imagen de Trump
encontrándose con Putin, un exagente de la KGB, está llena de riesgos, dijo una
experta en política exterior.
"Si (Trump) sonríe, si echa el brazo por encima de
Putin, si dice 'es un honor conocerte, vamos a encontrar la forma de
avanzar'(...) Creo que el Congreso reaccionará de forma extremadamente
negativa", dijo Julie Smith, una asesora de seguridad nacional del
gobierno del demócrata Barack Obama.
La reunión del G-20 se realizará en Alemania del 7 al 8 de
julio.
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