De la Mesa de Redacción Rafael Castilleja
De Arcano Político
Sin respuesta del magnate Donald Trump, presidente de
Estados Unidos, la crisis humanitaria de Puerto Rico, causada en septiembre por
los huracanes Irma y María, estableció en Washington la Comisión Interamericana
de Derechos Humanos (CIDH) de la Organización de Estados Americanos.
Trece días después del impacto del huracán María categoría 4,
el presidente Trump lanzó rollos de papel el 4 de octubre a los damnificados
sin anunciar medidas de auxilio y centrarse en el autoelogio y ensalzando los
esfuerzos "increíbles" de su administración en la asistencia a los
damnificados y en los primeros pasos de reconstrucción de las arrasadas
infraestructuras del país caribeño.
Insensible el magnate de ascendencia nazi ante la realidad
en donde menos del 7% de los puertorriqueños tiene electricidad y solo el 22%
de las torres de telecomunicaciones funcionan. Cientos de miles de boricuas
apenas tienen acceso a agua potable y el combustible escasea –pero bastante
menos que hace una semana–. Unas 9.000 personas están en refugios, aunque
muchas más han perdido sus viviendas. La mayoría está en casas de familiares o
amigos.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)
manifiesta su preocupación por la situación de derechos humanos que continúa
afectando a las y los habitantes de Puerto Rico tras la devastación ocasionada
por el impacto de dos huracanes en septiembre de 2017, generando carencias y
escasez de servicios básicos y por lo tanto barreras para el ejercicio de los
derechos civiles, políticos, económicos, sociales, culturales y ambientales.
La CIDH urge a Estados Unidos a adoptar medidas para
responder a los problemas de derechos humanos identificados.
La devastación ocasionada por los huracanes Irma y María en
septiembre del 2017 generó carencias generales de servicios básicos como agua
potable, luz y electricidad, alimentos, medicinas y atención general a la
salud, así como telecomunicaciones. Esta situación tiene lugar en un contexto
de crisis económica estructural y niveles acentuados de pobreza.
La CIDH exhorta a Estados Unidos a continuar ofreciendo
asistencia humanitaria a la isla para mitigar los efectos de los huracanes y
apoyo sostenido para reconstruir su infraestructura, considerando la crisis
económica y social que atraviesa. La Comisión urge asimismo a las autoridades
federales de Estados Unidos y locales de Puerto Rico a adoptar las medidas
necesarias para garantizar el acceso a los servicios básicos que faciliten el
acceso de la población a agua potable y alimentación, energía eléctrica,
asistencia a la salud, telefonía e internet. Las medidas adoptadas por Estados
Unidos para responder a los problemas de derechos humanos que atraviesa Puerto
Rico deben ser definidas e implementadas con la participación y considerando
las voces y perspectivas de las y los habitantes de la isla.
La Comisión manifiesta su preocupación por información
recibida que indica que la respuesta de Estados Unidos frente a la situación en
Puerto Rico ha sido menos rápida y eficiente que ante similares situaciones en
otras partes del país. Puerto Rico es el territorio con las tasas más altas de
pobreza y de pobreza extrema en Estados Unidos. Adicionalmente, se ha recibido
información sobre escasez de materiales para la reconstrucción de la isla, así
como denuncias sobre la falta de acceso, en la práctica, a la ayuda humanitaria
ofrecida por la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA).
En muchos casos el material destinado a reconstruir la isla
y abastecer las necesidades básicas de la población ha permanecido en los
puertos de San Juan por la destrucción de vías principales para llevarlos a su
destino. Esto es agravado por la ausencia de un plan para su efectiva
distribución. Los graves daños a las carreteras y la falta de acceso a vías
alternas además afecta el libre tránsito de la población en busca de alimentos,
agua y servicios de salud. Ante esta situación, la CIDH insta a Estados Unidos
a adoptar medidas inmediatas y sin discriminación alguna a fin de responder a
la situación generada por los huracanes y garantizar el ejercicio efectivo de
los derechos humanos en Puerto Rico.
“A más de tres meses del devastador paso de los huracanes
por Puerto Rico, estamos profundamente consternados por la falta de respuesta
del Estado de Estados Unidos para garantizar de manera eficaz los derechos
humanos del pueblo puertorriqueño”, dijo la Relatora de CIDH para Estados
Unidos, Comisionada Margarette May Macaulay.
“El Estado está obligado a adoptar medidas exhaustivas para
garantizar que puertorriqueños y puertorriqueñas reciban un trato igual al del
resto de los ciudadanos y las ciudadanas estadounidenses”, agregó.
Al respecto, la Relatora Especial sobre Derechos Económicos,
Sociales y Ambientales de la CIDH, Soledad García Muñoz, observó que los
desastres naturales suelen agravar situaciones ya existentes de desigualdad
económica, discriminación y vulnerabilidad.
"Es fundamental elaborar, diseñar e implementar medidas
de respuesta a esta situación de conformidad con el principio de igualdad y
no-discriminación”, dijo la Relatora Especial. “Animamos a Estados Unidos a
crear mecanismos de alerta temprana y prevención del impacto de los desastres
naturales que puedan afectar a la isla en el futuro, asegurando la
participación de sus habitantes en la identificación, implementación y
monitoreo de los mismos".
Por otra parte, antes del devastador paso de los huracanes
en septiembre, se habían anunciado medidas de austeridad como resultado de la
crisis económica y el alto nivel de deuda pública de Puerto Rico. Especialistas
internacionales advirtieron las consecuencias que estas medidas tendrán,
incluyendo un aumento significativo de la pobreza y obstáculos adicionales para
el goce de los derechos humanos de los y las habitantes de la isla.
La CIDH recuerda que las medidas de austeridad que afectan
negativamente el goce de los derechos económicos, sociales, culturales y
ambientales sólo son permisibles en circunstancias excepcionales. Si estas
medidas que tienen impacto en el ejercicio y goce de los derechos de las
personas son inevitables, deben ser de carácter temporal y ser aplicadas de
forma no discriminatoria y ser diseñadas y adoptadas de conformidad con el
derecho internacional de los derechos humanos.
De acuerdo con la información recibida, ciertos grupos de
personas en situación de riesgo y vulnerabilidad están afectados en forma
desproporcionada. Por ejemplo, la CIDH recibió datos de personas con
enfermedades graves cuya salud se ha deteriorado como consecuencia de las
interrupciones en los servicios médicos, así como denuncias de acoso sexual
contra mujeres en albergues temporales tras el paso de los huracanes.
Otros grupos afectados en forma desproporcionada son las
personas mayores, niñas, niños y adolescentes, personas con discapacidad,
mujeres, personas afrodescendientes y personas migrantes, en particular aquellas
en situación irregular.
En este sentido, la CIDH insta a los Estados Unidos a
adoptar medidas específicas adicionales para atender las necesidades
particulares de estos y otros grupos de personas en situación de mayor
vulnerabilidad.
Finalmente, según información periodística, cientos de miles
de personas podrían verse obligadas a desplazarse de la isla en los próximos
meses, como resultado de la falta de acceso a recursos.
La CIDH reitera su llamado a Estados Unidos a adoptar
medidas para responder de manera efectiva a la situación de la población
desplazada, de conformidad con sus obligaciones internacionales en materia de
derechos humanos, así como teniendo en cuenta los Principios Rectores de los
Desplazamientos Internos.
Asimismo, la Comisión urge a Estados Unidos a desarrollar e
implementar programas de mitigación, adaptación y resiliencia para ayudar a sus
comunidades a disminuir los riesgos y destrucción que puedan generar los
desastres naturales y el cambio climático.
La CIDH se pone a disposición de las autoridades estatales
para cooperar técnicamente, en el marco de su mandato, en la implementación de
medidas ajustadas a los estándares interamericanos de derechos humanos. En
seguimiento de las audiencias públicas realizadas en el marco del 166º periodo
de sesiones en Washington, la CIDH llama a Estados Unidos a dar su anuencia
para la realización de una visita in loco al país, incluyendo Puerto Rico.
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