* Se exhorta a la población a ignorar información apócrifa, pues no es posible predecir los sismos
De la Mesa de Redacción Rafael Castilleja
De Arcano Político
Ante la información que circula en las redes sociales en las
que se afirma que investigadores del Departamento de Sismología de la UNAM han
predicho la ocurrencia inminente de un gran terremoto en México, el Servicio
Sismológico Nacional (SSN) e investigadores de dicho departamento afirmaron que
esta información es apócrifa y completamente escandalosa.
Por ello, Víctor Manuel Cruz Atienza, jefe del Departamento
de Sismología del Instituto de Geofísica (IGf) de esta casa de estudios,
exhortó a ignorar información de esa naturaleza, pues no es posible predecir
los sismos. La población debe referirse a fuentes oficiales y especializadas,
como es la página de Internet del SSN.
En cuanto a los terremotos de magnitud superior a siete en
las regiones de Kumamoto, de la isla de Kyushu, y la costera de Ecuador,
ocurridos en menos de 48 horas, Cruz Atienza negó que exista relación causal
entre dichos movimientos telúricos o que tengan implicaciones en la sismicidad
de México.
Nuestro país está enclavado en una región tectónicamente muy
activa: son cinco placas que interactúan entre sí; una de las que producen la
mayor cantidad de sismos es la de Cocos, que subduce por debajo de la de
Norteamérica, y que abarca la mayor parte de la zona de subducción mexicana
desde Jalisco hasta Chiapas. Esa tectónica seguirá produciendo terremotos de
gran magnitud.
Sin embargo, aclaró, no debemos esperar nada especial en
nuestro territorio como consecuencia de los sismos ocurridos en Japón y
Ecuador. Simplemente debemos estar preparados para los que ocurran en el futuro
incierto.
Cruz Atienza mencionó que aunque Japón y Ecuador están en el
Cinturón de Fuego, ubicados en la periferia del Océano Pacífico, lugar donde se
concentra la mayor actividad sismológica y vulcanológica del planeta, no
guardan ninguna relación, porque fueron provocados por distintas placas
tectónicas que no tienen interacción entre ellas; es decir, es un fenómeno
completamente normal que seguirá ocurriendo.
En el caso del Japón, apuntó, las dos placas que están en
interacción son la Filipinas, que subduce por debajo de la Placa Euroasiática.
En el caso de Ecuador, es la de Nazca que subduce por debajo de la placa de
Sudamérica, entonces son diferentes las que interactúan en los dos países.
“Es casualidad que en los últimos años cierta actividad
sísmica mayor haya ocurrido en marzo y/o abril; no hay ninguna relación causal
entre las épocas o temporadas del año y la ocurrencia de sismos. Si bien las
mareas terrestres (deformación que sufre nuestro planeta por el campo
gravitacional de la Luna) tienen implicaciones sutiles en la tasa de sismicidad de baja magnitud, no
hay correlación entre los grandes sismos que puedan ocurrir en las zonas de
subducción y la temporada del año”, aclaró.
No es atípica, de ninguna manera, la actividad sísmica en
Ecuador, pues el registro histórico muestra que ahí han habido terremotos de
gran magnitud en el pasado: la cifra es de siete sismos de magnitud superior a
7 en el último siglo; uno de ellos por lo menos de magnitud 8.3, ocurrido en
1906, que produjo un tsunami devastador.
En Arcano Radio, asociada a RNU y a RFI, otra forma de escuchar
para ver el mundo, les compartimos los conceptos de Víctor Manuel Cruz Atienza,
del Departamento de Sismología del Instituto de Geofísica de la UNAM.
No hay comentarios:
Publicar un comentario