* Son mexicanos 12.5 por ciento de 4 millones de pacientes en el mundo
De la Mesa de Redacción Rafael Castilleja
De Arcano Político
Se desconoce aún la causa de la mayoría de los casos de la
enfermedad de Parkinson (EP), pero hay evidencia de que en éstos influyen
factores genéticos y tóxico-ambientales, planteó José Bargas Díaz, del
Instituto de Fisiología Celular (IFC) de la UNAM.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) designó el día 11
de abril como el Día Mundial del Parkinson, en tributo a que este día, pero de
1817, describió James Parkinson (1775-1824), neurólogo británico la Parálisis
Agitante, conocida hoy como Enfermedad de Parkinson.
Los pacientes de Parkinson se estima en más de cuatro
millones de personas mayores de 50 años (más a hombres que mujeres) y que
podría duplicarse la cifra al 2030. El 12.5 por ciento son mexicanos, es decir,
más de medio millones de afectados con la constante de duplicarse en el 2040.
Se aduce la incidencia de estos últimos tras haberse
detectado que el riesgo de desarrollar este mal aumenta luego de estar en
contacto con insecticidas, herbicidas y pesticidas como la rotenona o el
paraquat, añadió el investigador en el marco del Día Mundial dedicado a este
padecimiento, que se conmemora hoy.
Además, la introducción al mercado de una heroína sintética,
la 1-metil-4-fenil-1,2,3,6-tetrahidropiridina (o MPTP) produjo un brote
epidémico, por lo que hoy se emplea esta neurotoxina para producir modelos
animales a fin de estudiar mejor la afección.
Evolución progresiva
La EP inicia con movimientos involuntarios en una de las
extremidades, casi siempre de manera asimétrica. Los síntomas motores aparecen
cuando han muerto alrededor del 30 o 40 por ciento de las neuronas
dopaminérgicas del cerebro (mesencéfalo).
Después suelen observarse signos bilaterales; dificultad
para iniciar, realizar o terminar los movimientos (acinesia, bradicinesia), y
rigidez muscular potencialmente incapacitante (se pierden hasta los gestos de
la cara), aunada a dificultades para mantener y ajustar la postura.
En su etapa más avanzada, el afectado adquiere posturas cada
vez más incómodas y es propenso a caerse (ahí el pronóstico pasa a ser de
gravedad). Además, comienza a necesitar ayuda en actividades tan simples como
bañarse, vestirse, digerir alimentos o tragar, por lo que se vuelve una carga
monetaria y anímica para sus familiares.
Al final, los pacientes de la tercera edad que permanecen
inmóviles o acostados por mucho tiempo adquieren neumonías e infecciones.
Efectos secundarios
Según la teoría del patólogo Braak, en la EP hay signos
prodrómicos que anteceden a los motores, como constipación, depresión y
alteraciones del sueño (gritan al despertarse o hablan dormidos), pues la
degeneración no sólo se da en las neuronas dopaminérgicas, sino en otras que
involucran el tallo cerebral e incluso la corteza, lo que ha sido corroborado
por neurólogos mexicanos especializados en trastornos del movimiento.
Hay un porcentaje pequeño de pacientes que comienza a
generar deterioros antes de los 45 años; en estos casos hay factores genéticos
claramente implicados, explicó el universitario.
El tratamiento trata de suplir la dopamina faltante, ya sea
con fármacos que la reemplacen o con su precursor, la L-DOPA; pero luego
ocasiona más problemas como las discinesias (movimientos anormales e
involuntarios) que, en promedio, aparecen en la mitad de los individuos que
reciben esta atención después de seis años.
No se necesita haber consumido medicamentos contra la EP
para tener estos síntomas, pues se ha observado el también llamado “crack
dance” en adictos a drogas que aumentan los niveles de dopamina cerebral.
“Es importante que la
gente sepa que aunque los neurólogos generales reciben actualización constante,
los hiperespecializados en trastornos del movimiento y el mal de Parkinson
saben aplicar estrategias para que las complicaciones aparezcan tardíamente y
desarrollar protocolos clínicos de investigación con fármacos y procedimientos
de reciente aparición”, indicó.
Por ejemplo, si la enfermedad es realmente incapacitante y
el paciente cumple con ciertos criterios, hay procedimientos quirúrgicos ya
disponibles en nuestro sistema de salud, concluyó.
En Arcano Radio, asociada a RNU y a RFI, otra forma de
escuchar para ver el mundo, les compartimos los conceptos de José Bargas Díaz, del
Instituto de Fisiología Celular (IFC) de la UNAM.
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