* Las diez propuestas mexicanas
De la Mesa de Redacción Rafael Castilleja
De Arcano Político
Presentó Enrique Peña Nieto, presidente de México, ante la Sesión Especial de la Asamblea General de la ONU sobre el Problema Mundial de las Drogas (UNGASS) del 19 al 21 de abril, diez propuestas sobre el tema de las drogas. En 2012, Colombia, Guatemala y México solicitaron convocar a una Sesión Especial sobre el problema mundial de las drogas, que se llevó a cabo este 20 de abril pasado.
Al concluir la sesión especial en Nueva York, la opinión
generalizada entre los participantes es que la reunión de tres días da un
impulso irreversible a los esfuerzos por poner fin al flagelo de las drogas y
alentar un enfoque de salud pública a su tratamiento.
En un comunicado de la Residencia Presidencial Los Pinos, se
indicó que está surgiendo gradualmente un nuevo consenso mundial, en favor de
una reforma al régimen internacional sobre las drogas. Se trata de un nuevo enfoque, impulsado por
un número cada vez mayor de países, que siga combatiendo decididamente a los
criminales, pero en lugar de criminalizar a los consumidores, les ofrezca
oportunidades y alternativas.
Las 10 propuestas:
1. El problema mundial de las drogas exige que la comunidad
internacional refrende el principio de responsabilidad común y compartida,
mediante una cooperación internacional más intensa y efectiva.
2. Es necesario reforzar el frente común ante la
delincuencia organizada transnacional, para cerrar espacios a sus operaciones
financieras y delitos conexos. Hay que intensificar la cooperación entre los
gobiernos y ampliar el intercambio de información y acciones conjuntas, para
desmantelar las organizaciones delincuenciales.
3. Se requiere de una mayor coordinación y colaboración
entre las propias agencias especializadas del sistema de las Naciones Unidas,
con el fin de abordar todos los aspectos del problema mundial de las drogas.
4. Las políticas públicas y acciones derivadas de la
política internacional sobre las drogas, deben estar alineadas con los
esfuerzos en favor del desarrollo sostenible, de la Agenda 2030. Los Objetivos
de Desarrollo Sostenible y los encaminados a resolver el problema mundial de
las drogas, deben ser complementarios y reforzarse entre sí.
5. Se deben atender los daños sociales relacionados con el
mercado ilícito de drogas. Para aquellas comunidades vulneradas por el crimen organizado,
se necesita una prevención integral de la violencia, de la exclusión y del
debilitamiento del tejido social. Apoyar a las comunidades afectadas con
alternativas educativas, laborales y recreativas, que fortalezcan la inclusión
y la cohesión social.
6. Ante las limitaciones del paradigma prohibicionista, se
debe atender el tema mundial de las drogas desde la perspectiva de los Derechos
Humanos. Este cambio de fondo, implica modificar el enfoque eminentemente
sancionador, para ubicar a las personas, sus derechos y su dignidad.
7. El consumo de drogas debe atenderse esencialmente, como
un problema de salud pública, toda vez que constituye una amenaza para el
desarrollo pleno de las personas, especialmente de niños y jóvenes. La adicción
a las drogas debe atenderse con mecanismos de prevención y soluciones
terapéuticas integrales, no con instrumentos penales, que criminalizan a los
consumidores y dañan el desarrollo de su personalidad.
8. En los delitos relacionados con las drogas, se deben
privilegiar penas proporcionales y alternativas al encarcelamiento, que
incorporen también una perspectiva de género.
9. Se deben sumar esfuerzos internacionales, para prevenir
el consumo de drogas, mediante una campaña orientada a niños y jóvenes, a nivel
global. Proteger a los miembros más vulnerables de las sociedades, garantizando
que conozcan los efectos nocivos asociados al consumo de estupefacientes y
psicotrópicos.
10. Se debe asegurar la disponibilidad y un mejor acceso de
las sustancias controladas para fines médicos y científicos; evitando al mismo
tiempo, su desviación, uso indebido y tráfico. Esta propuesta se deriva del
amplio debate nacional sobre el uso de la marihuana, al que convocó el Gobierno
de México, con expertos, académicos y representantes de la sociedad civil.
El contexto
La “Asamblea General” es el principal órgano de deliberación
y formulación de políticas públicas de la Organización de Naciones Unidas
(ONU), y el único en el cual los 193 estados miembros de la ONU tienen una
representación equitativa.
En respuesta a las peticiones de estados miembros, la
Asamblea General puede convocar Sesiones Especiales (UNGASS) sobre determinados
temas. Hubo una UNGASS sobre drogas en 1998 en la cual los estados miembros acordaron
una Declaración política sobre el control mundial de las drogas.
Diez años más tarde, los estados miembros se reunieron en
Viena para discutir los progresos logrados y acordar una nueva Declaración
Política y Plan de Acción sobre la cooperación internacional en favor de una
estrategia integral y equilibrada para contrarrestar el problema mundial de las
drogas.
La siguiente UNGASS estaba programada para 2019 –la fecha
límite establecida en la Declaración Política y Plan de Acción de 2009 para
lograr una reducción significativa o eliminar por completo la oferta y la
demanda de drogas.
Sin embargo, en septiembre de 2012, los presidentes de
Colombia, Guatemala y México hicieron un llamado a la ONU para que albergara
una conferencia internacional sobre la reforma de las políticas de drogas.
A continuación, se incluyó una disposición en la Resolución
Ómnibus anual sobre políticas de drogas –patrocinada por México y copatrocinada
por otros 95 países– para adelantar esta cumbre mundial sobre políticas de
drogas a 2016.
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