Por Carlota FLUXÁ
Periodista de nuestra asociada RNU
El Secretario General de Naciones Unidas marcó el Día
Mundial de la Salud, que se celebra este jueves, con un enérgico llamamiento a
impulsar los esfuerzos globales para contener el auge de la diabetes y mejorar
las vidas de quienes viven con esta enfermedad peligrosa pero tratable.
En un mensaje para la ocasión, Ban Ki-moon aseguró que se
puede limitar la propagación y el impacto de la diabetes mediante la promoción
de una vida más saludable, especialmente entre los jóvenes. Para ello, el
Titular de la ONU recomendó comer mejor y hacer ejercicio. También resaltó la
necesidad de mejorar el diagnóstico de la diabetes y el acceso a medicamentos
esenciales como la insulina.
En 1980, 108 millones de adultos vivían con la enfermedad.
Para 2014, esa cifra se había disparado a 422 millones, o el 8,5 por ciento de
los adultos, alertó la Organización Mundial de la Salud en su primer informe sobre
la diabetes, divulgado ayer.
Ban resaltó que el impacto de la diabetes es desigual dentro
y entre los países. Las personas en países de ingresos medios y bajos se ven
desproporcionadamente afectadas. Allí donde impera la pobreza, aumenta la
incidencia y el número de muertes prematuras.
El Secretario General recordó que los gobiernos adoptaron el
año pasado los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que incluye la meta de
reducir la mortalidad prematura por enfermedades no transmisibles en un tercio.
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