Análisis a Fondo
* Rebeldía ante las injustas relaciones de producción
* Menos injusticias y corrupción; menos mala educación
Por Francisco GÓMEZ MAZA
Para Arcano Radio
La mercadotecnia emocional desenterró una técnica que, en
aquellos años, los años 70 más o menos, era una práctica religiosa en los
Estados Unidos. Esta tecnología es puesta en manos de los seres humanos para
atrapar de tajo a la pareja. La pueden usar los varones hacia las mujeres y
viceversa. Se llama Love Bombing, que los mercadólogos traducen como “bombardeo
de amor”. y puede resultar infalible para que las parejas se aferren a un
afecto plenamente emocional. Yo no digo que sea amor, porque el amor va más
allá del sentimiento, de lo pasional. Es un aceptar a la alteridad con sus
virtudes y sus debilidades.
La verdad es que este fenómeno de las llamadas revistas del
corazón no tiene ninguna importancia para un escribidor dedicado a tratar,
analizar, destazar, hacer papilla, principalmente, a los asuntos de la política
y de la economía y las finanzas. Con todo, se me ocurre que no está del todo
jalada una táctica, o técnica, o como le quiera usted llamar, que lo que busca
es el éxito en las relaciones humanas, particularmente en las relaciones
vir-mulier, sólo en el campo de lo emocional y sexual.
Nomás que, en el caso que me atañe, no se trata de
relaciones de pareja, sino de relaciones de producción, económicas, de
relaciones sociales, de relaciones poder político con poder popular, en una
realidad “machista”, en la cual se impone y toma fuerza el poder político, el
poder de las clases dominantes, el poder de los políticos de la alta
aristocracia política, el poder de la mafia del poder, como le llama el
candidato de Morena al grupo de facinerosos que detenta el poder a base de la
trampa y del dinero a manos llenas, mucho del cual proviene de fuentes
ilícitas.
No. Tan poco se trata
de la república del amor, proclamada por López Obrador. Líbreme dios. Se trata
de organizar una rebelión (no una revolución, porque éstas siempre han
fracasado) frente al egoísmo practicado por las clases dominantes, tanto
políticas como empresariales (me refiero no al mediano y menos al pequeño
empresario. Ojalá todos fuéramos empresarios, e emprendedores como les dice en
la actualidad). Me refiero a los pulpos de la economía que se hacen vórtice de
la riqueza mediante la explotación de la mano de obra de los trabajadores.
(Espero que ningún “marxista revolucionario” y menos ex “guerrillero” pretenda
corregirme la plana porque lo pongo a bailar con Donald Trump, o con Rajoy, el
representante en la tierra de Francisco Franco.
Para empezar, gente de la clase trabajadora tendría que
volverse una especie de almidón o cuajo para ir, poco a poco, despertando a la
gente que no ve más allá del día de hoy, porque no tiene con qué alimentarse,
porque siente hambre y no encuentra con qué saciarla; no dispone de medios para
cuidar su salud, para educar a sus hijos, no en una escuela ñoña, de esas que
está intentando desdibujar Aurelio Nuño; que no tiene para vivir con dignidad,
ni para curarse o curar a su familia cuando alguien enferma, y tiene que morir
de cualquier enfermedad curable, porque caso hay para el doctor y menos para
las medicinas. O simplemente va por estas calles de dios con la panza
rugiéndole de vacías. La panza no tiene ninguna ideología; sólo conciencia de
clase. Se trata de un auténtico acto subversivo, un acto de rebeldía ante
quienes lo tienen todo y no quieren convidarle a la gente que no tiene más que
sus manos para trabajar, y hacer que el dinero de los ricos aumente como la
espuma, teniéndose que conformar con las migajas, como los perritos del
banquete del Rico Epulón.
Esta rebelión es muy urgente, queridos amigos de las redes
sociales, que tuvieron la suerte de que una maestra o maestro les enseñó a leer
y gracias a la lectura tomaron conciencia de la vida que vive la inmensa
mayoría de los mexicanos, que ya no quieren ni al PRI, ni al PAN, ni al PRD, ni
a Morena, ni a la llamada chiquillada, porque los partidos no sirven para
organizar las relaciones poder-sociedad, pues sólo buscan la satisfacción de
sus intereses partidistas y el financiamiento del INE para meterle mano y
enriquecerse como “líderes” o “dirigentes”. Este es otro asunto también muy
importante de analizar. Los trabajadores tienen que encontrar la manera de
desembarazarse de la partidocracia para designar a quienes van a ser sus
empleados durante un periodo de tiempo para trabajar por el bien de la
comunidad, sea nacional, estatal, municipal, o comunitaria.
Mientras tanto, reflexionemos en esta propuesta tomada de
una revista del corazón: love bombing, que no es más que una táctica de
rebeldía frente a la mediocridad de lo establecido y buscar un mundo en donde
las relaciones de producción, las relaciones sociales sean, por lo pronto,
menos inhumanas. Que no haya, por ejemplo, ninguna violencia, ninguna
violación, ningún asesinato de esos que ahora se llaman feminicidios. Que los
poderosos sean menos injustos y los gobiernos, menos corruptos. Y eso sólo se
logrará si renunciamos, si nos rebelamos, a la mala educación que impone, hoy
por hoy, Aurelio Nuño.
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