Por Veronique DURROUX-MALPARTIDA
Periodista de nuestra asociada RNU
La “Jungla de Calais”, en
Francia.
Foto de archivo: ACNUR /
O.Laban-Mattei
|
Muchos de los migrantes en los campamentos informales de
Grande-Synthe, Tatinghem, Angres y Dieppe viven sin techo y sin acceso a
servicios básicos.
"Nos preocupa que cerca de 700 migrantes en Calais y
sus inmediaciones solo cuentan con 10 retretes portátiles y 10 cañas de
agua", dijo Léo Heller, el Relator Especial de las Naciones Unidas sobre
los derechos humanos al agua y el saneamiento.
El Consejo de Estado, la mayor institución administrativa de
Francia, reafirmó la obligación por parte del Estado de proporcionar esos
servicios básicos. Sin embargo, se quedó en letra muerta debido a que las
autoridades locales rechazaron la implementación de medidas concretas.
"Los derechos humanos se aplican a todos, incluidos los
migrantes, independientemente de su estatus legal, recordó Felipe González
Morales, el Relator especial sobre los derechos humanos de los migrantes.
"Si bien recibimos con beneplácito el reconocimiento por parte de la corte
francesa de la obligación del Estado francés de proporcionar servicios básicos
a los migrantes, la autoridad de esas decisiones pierde peso si se quedan sin
efecto", agregó.
Los campamentos dependen del apoyo de voluntarios y de
organizaciones no-gubernamentales para que los migrantes tengan un acceso
limitado al agua e instalaciones sanitarias. "Se trata solamente de una
solución temporaria y no puede ser la única", insistió González.
No hay comentarios:
Publicar un comentario