De la Mesa de Redacción Rafael Castilleja
De Arcano Político
Inicia en Ginebra el 27 de septiembre la primera reunión de
la Conferencia de las Partes el Convenio de Minamata sobre Mercurio (COP-1),
con el objetivo proteger la salud humana y el medio ambiente de las emisiones
de mercurio, considerado por la OMS, como una de las diez sustancias químicas
más dañinas para el organismo.
Concluye la reunión el viernes 29 de septiembre, en donde Judith
Garber, Secretaria Adjunta de Estado para la Oficina de Océanos y Asuntos
Ambientales y Científicos Internacionales de Estados Unidos, encabeza la
delegación de Estados Unidos en la primera reunión de la Conferencia de las
Partes el Convenio de Minamata sobre Mercurio (COP-1).
A partir de 2009 la comunidad internacional decidió tomar
medidas para enfrentar este reto, por lo que en febrero de 2013 se presentó el
texto del Convenio de Minamata, durante la 27ª reunión del Consejo de
Administración del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, y se
determinó convocar a la Conferencia Diplomática de Plenipotenciarios para
adoptar el Convenio de Minamata sobre mercurio.
El Convenio de Minamata sobre el mercurio, un tratado global
que eliminará los dispositivos médicos con mercurio para el año 2020, entra en
vigor el 16 de agosto de 2017.
El Convenio de Minamata representa un gran paso adelante
para ayudar a los Estados Unidos y otros países a reducir la exposición de las
personas al mercurio, un producto químico tóxico con efectos negativos
significativos sobre la salud, incluido el cerebro y el sistema nervioso.
La Convención complementa las importantes medidas que los
Estados Unidos ya han adoptado en el país para reducir la cantidad de mercurio
generado, utilizado y liberado en el medio ambiente.
La Convención exige a los países que apliquen las mejores
técnicas disponibles y las mejores prácticas ambientales para controlar las
emisiones de mercurio de las mayores fuentes industriales, incluyendo las
tecnologías modernas.
Los Estados Unidos, que ya emplean estas herramientas,
deberían ver una reducción significativa de la contaminación transfronteriza
del mercurio como resultado del mejoramiento de los controles en otros países.
El Acuerdo tiene por objeto proteger la salud humana y el medio ambiente de los
efectos adversos del mercurio y los Estados Unidos son parte.
El Secretario Auxiliar interino Garber participará en un
segmento especial de alto nivel que convoca a ministros y otros altos
representantes para marcar la entrada en vigor de la Convención de Minamata y
para discutir los esfuerzos nacionales para implementar la Convención.
Se espera asimismo que la Conferencia de las Partes adopte
una serie de importantes decisiones técnicas y operacionales que guiarán la
aplicación de la Convención a largo plazo, incluida la adopción de directrices
técnicas sobre la gestión de las fuentes de emisiones atmosféricas de mercurio.
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