De la Mesa de Redacción
De nuestra afiliada La Voz de América
La protesta abarcó a todos los 28 equipos de la NFL que vieron acción el domingo. |
El viernes en un mitin político, el mandatario dijo que los
jugadores que se hincan durante la interpretación del himno en protesta por el
trato que la policía le da a la gente de raza negra, que consideran
discriminatorio, debían ser despedidos.
"Eso es una falta de respeto total a nuestra historia
nacional. Es una falta de respeto total a todo lo que defendemos", dijo
Trump en Alabama.
"¿No les encantaría a ustedes ver (actuar) a uno de
estos propietarios de la NFL, cuando alguien le falta al respeto a nuestra
bandera? Uno diría: 'Saquen a ese hijo de p.. fuera del campo de inmediato.
¡Fuera! Está despedido'", arengó el mandatario.
Las palabras del presidente fueron aplaudidas durante el
mitin por la audiencia predominantemente blanca, pero para los jugadores de la
NFL, que en su mayoría son afroestadounidenses, que muchos han crecido en
vecindarios difíciles y algunos han sido criados por mujeres fuertes, sus
palabras —y sobre todo su insulto— no cayeron en gracia.
“No hay SOBs (hijos de p) en esta liga”, dijo el entrenador
de los Detroit Lions, Jim Caldwell.
La campaña de protestas contra el racismo comenzó el año
pasado cuando el mariscal de campo de los San Francisco 49ers, Colin
Kaepernick, primero se quedó sentado durante el himno y luego, decidió hincarse
para ser menos irrespetuoso. Entonces fue noticia, pero este año la protesta
había quedado casi olvidada —solo seis jugadores protestaron la semana
pasada—hasta que Trump se refirió a ella.
Jugadores, los dueños de los equipos y comisionados pasados
y presentes de la NFL rechazaron las críticas del presidente, pero las
respuestas más fuertes vinieron de los jugadores que percibieron que Trump
insultó a sus progenitoras.
“Una vez más, es una tragedia en este país que tengamos que
sentarnos aquí y todavía tengamos este tipo de discusiones”, dijo el
quarterback novato de los Cleveland Browns, DeShone Kizer. “Yo sé muy bien que
no soy un hijo de p…, y pienso seguir adelante y hacer lo que pueda desde mi
posición para promover la igualdad que se necesita en este país”.
Michael Thomas, de los Miami Dolphins, reaccionó sorprendido
de que con todo lo que sucede en el mundo, el “líder del mundo libre” tenga que
meterse a criticar a los futbolistas.
“Como hombre, como padre, como un hombre afroestadounidense,
como alguien en la NFL y como uno de esos ‘hijos de p…’, pues sí, lo tomó como
ataque personal”, dijo Thomas.
La protesta abarcó a todos los 28 equipos de la NFL que
vieron acción el domingo y en algunos casos, como el de los Jaguares de
Jacksonville, los Eagles de Filadelfia y los Redskins de Washington, los dueños
de los equipos se unieron de brazos con los jugadores, entrenadores, personal
de apoyo, y hasta con oficiales de la policía que dan seguridad en el campo.
Para la noche de domingo solo dos de los 32 equipos de la
NFL no habían emitido comunicados en respuesta a lo dicho por Trump.
El domingo, el presidente Trump insistió: “Gran solidaridad
para nuestro Himno Nacional y para nuestro País. Pararse con los brazos unidos
es bueno, arrodillarse no es aceptable. ¡Malos raitings!”, tuiteó.
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