jueves, 21 de diciembre de 2017

A cien años de Carranza y la Constitución

Lecturas con pátina


Por José Antonio ASPIROS VILLAGÓMEZ
Para Arcano Radio

Con los mejores deseos del autor por el bienestar
de los lectores, en estas fechas y en el año por venir

Finaliza el año en que se cumplió un siglo de aquella Constitución Política que fue promulgada en Querétaro el 5 de febrero de 1917 por el Primer Jefe del Ejército Constitucionalista, Venustiano Carranza.

Y decimos “aquella”, porque en los cien años transcurridos ha sufrido tantas modificaciones que ya no es la misma en la actualidad.

Pero el recuento de todas las reformas -avances y retrocesos- hechas a la Carta Magna ha sido presentado en diversas ocasiones y ahora estas líneas son para referir que, con motivo de ese centenario, el Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México publicó dos libros que fueron obsequiados al tecleador por la amiga historiadora Josefina Moguel Flores.

Con motivo de nuestro ingreso a la Academia Nacional de Historia y Geografía, además de distinguirnos con su presencia nos entregó con amables dedicatorias los títulos “Carranza y la Constitución de 1917”, una antología documental con investigación y compilación de ella misma, y “Efemérides queretanas de la época del Carrancismo” (tomo IV, 1917 y 1918).

Este último incluye las versiones tipográfica y facsimilar del manuscrito de su autor, Valentín F. Frías (1862-1926), un paleógrafo, escritor e historiador queretano que fundó o tuvo cargos en diversas sociedades, academias e institutos dedicados a la investigación y difusión cultural.

Se trata de dos obras importantes para los lectores interesados en la historia de México y también para los investigadores, pues contienen básicamente los documentos relativos a sus respectivos títulos, acompañados de explicaciones a cargo de las historiadoras Patricia Galeana y la citada Josefina Moguel.

La antología presenta en forma cronológica documentos emitidos por Carranza y otros protagonistas de esa etapa de la Revolución, desde que el entonces gobernador de Coahuila avisó al teniente coronel Pablo González que había ocurrido el cuartelazo huertista contra Madero “que por tanto tiempo temíamos que ocurriera”, hasta la publicación en el Diario Oficial del decreto que promulgó la nueva Constitución, aun cuando el texto original de la misma no se incluye.

Por los documentos seleccionados por la historiadora Moguel para este volumen, es posible conocer cómo se gestó el Constitucionalismo, quiénes fueron incorporados y quiénes marginados, la ruptura de Carranza con los Convencionistas, el papel del magonismo, el surgimiento del municipio libre, el apoyo prestado por algunas mujeres que no son citadas en los libros de Historia, algunas protestas porque Victoriano Huerta fue encarcelado en Estados Unidos mientras que a Francisco Villa se le rendían honores, y el dato de que el teatro de Querétaro donde sesionó el Congreso Constituyente se llamaba ‘Iturbide’, en memoria de un personaje que después cayó de la gracia de la historia oficial.

El telégrafo y el correo desempeñaron un papel fundamental para la comunicación entre los carrancistas dispersos tanto en México como en el extranjero, según se deduce de la lectura de este libro de 514 páginas ilustrado con fotografías que posee el Centro de Estudios de Historia de México Carso, donde también se encuentran los fondos documentales consultados.

En cuanto a las amenas y un tanto tendenciosas ‘Efemérides queretanas’, en los prólogos las historiadoras Galeana y Moguel mencionan la importancia de Querétaro en la historia de México y en particular como capital del país durante las sesiones del Constituyente.

Y por su parte el cronista Frías recoge episodios tan diversos como un choque de trenes en San Juan del Río y el saqueo que las tropas carrancistas hicieron de los bienes de las víctimas, la epidemia de influenza española que causó gran mortandad en la región, la misa en el “cincuentenario del fusilamiento del infortunado Maximiliano emperador de México” y las corridas de toros a pesar de un decreto que las prohibía.

Entre los detalles que dichos apuntes mencionan sobre el 5 de febrero de 1917, están que la lectura de la Constitución promulgada ese día duró 50 minutos y que no “hubo nada notable que perpetuara este acontecimiento en la memoria de los queretanos”, pero en cambio se presentó el “espectáculo bárbaro” de una pelea de box.


La versión tipográfica de las ‘Efemérides queretanas de la época del Carrancismo’ abarca 125 amenas páginas, mientras que la facsimilar, muy nítida, no está foliada.

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