Análisis a Fondo
* La corrupción, filosofía de vida de la clase política
* Así que va a estar canijo acabarla, señor Meade
* Debe ser sabroso robar harto dinero sin castigo
Por Francisco GÓMEZ MAZA
Para Arcano Radio
La corrupción, principalmente, es el modo ilegal de
acumulación de riquezas, aprovechando un status político gubernamental. Y se ha
convertido en el modo de vida de los mexicanos que acceden al estado de
“servidores públicos”. Es decir, la clase política ante la tentación que
ofrecen las arcas del Estado. Y es que si hablamos de corrupción tenemos que
poner el primerísimo lugar a la clase política gobernante. Ellos son los que
ponen el ejemplo en todo. Si el presidente municipal roba y nadie lo castiga
por qué yo no he de robar, si lo necesito. Voy a durar tres años en el puesto y
después quién me garantiza la sobrevivencia mía y de mi familia, Y eso que no
estamos hablando aquí, por ahora, de los grandes y escandalosos robos al Erario
desde posiciones más altas en la estructura del poder gubernamental, Hay muchos
ejemplos. Usted los puede recordar, Están fresquecitos.
Otro medio de corrupción es el que los políticos practican
en los procesos electorales y en las campañas políticas e inclusive en las
mismas urnas donde los ciudadanos depositan el sufragio, que si es pagado debe
de ser por quien paga. Así se han hecho del poder los tradicionales e
históricos detentadores de La Silla. Miren. Voy a contarles una anécdota
histórica. Yo fui testigo. Mi hermano, el doctor Gilberto Gómez Maza fue
candidato a diputado. Muchos deben de saber que él era un severo crítico de la
corrupción, aunque sentía compasión por los corruptos, a quienes, si hubiera
podido, los habría refundido en la cárcel para que pagaran sus corruptelas.
Desgraciadamente ya partió de este mundo. Y qué bueno porque ya no tiene que
oler la pestilencia que genera la podredumbre estercolera del sistema político
mexicano. Pues el doctor, pediatra para más precisión, fue a votar el día de la
elección acompañado de uno de sus hijos y de su esposa. Votó unos minutos
después de que se abrió la casilla que le correspondía. Y regreso a sus
actividades cotidianas con su familia. A la hora del conteo de los votos,
retornó a la casilla y leyó la lista de votos por partido. El PRI tenía todos
los votos. El partido que lo postuló a él, ninguno. Y riendo, porque ya conocía
las mañas de los priistas, preguntó: oiga, señorita. Por qué mi nombre no tiene
ningún voto. Yo no sé por quién votaron mi esposa y mi hijo y que el voto es
secreto. Pero yo voté por mí, Y por lo menos mi voto debería aparecer anotado
delante de mi nombre… Así se las gastan los corruptos. Son como el cuento del
preservativo: es mágico cohabitar sin condón… aparece un bebé y desaparece un
papá…
Aquí, ni bebé ni papa. Ambos fueron muertos por la corrupción. Voto ya no
comprado. El voto echado a la basura nomás porque no era para el PRI.
Meade es cómplice de la corrupción- Que nadie me diga que
no. Qué él no se cure en salud. Fue funcionario de Felipe Calderón, que salió
multimillonario de la presidencia, tanto que puede financiar los deseos de su
esposa de ser candidata independiente. Ahí, fue parte del gasolinazo que le
partió la madre a la economía nacional y a los mexicanos porque desató la
inflación que es el descarado impuesto, altísimo impuesto que pagan los pobres,
porque toda la economía se mueve gracias a los combustibles, a la gasolina, al
diésel, al gas.
Luego fue Canciller, luego encargado de la política social,
luego secretario de hacienda y luego, por órdenes de EPN, fue repartidor de
regalos (en los que el gobierno federal invirtió millones del Erario para
comprar los votos que vencieran a la profesora Delfina Gómez Álvarez, porque el
PRI no podía perder un bastión tradicional en donde viven a sus anchas todos
los políticos descendientes del profesor Carlos Hank González, quien siendo
profesor fue uno de los políticos más ricos de México) entre la población pobre
para comprarles el voto a favor del candidato del PRI a la gubernatura del
Estado de México, Alfredo del Mazo. (De veras que me da vergüenza que lleve mi
apellido materno)- Y ahora, nombrado por Peña Nieto como candidato del PRI,
siendo panista.
Y ahora habla de combatir la corrupción. Si ni siquiera el
Congreso ha nombrado al Fiscal anticorrupción, el Fiscal electoral (Fepade) fue
cesado por estar investigando al ex director de Pemex, Emilio Lozoya Austin por
un presuntote acto de corrupción con la contratista brasileña de Marcelo
Odebrecht, que se dedicó a corromper a lo bestia a muchos gobiernos del mundo
para obtener pingües contratos a lo bestia. No veo cómo va a combatir la
corrupción alguien involucrado con una estructura gubernamental corrupta, que
corrompe todo lo que toca.
En los años de las dictaduras latinoamericanas, la filosofía
de vida de los ciudadanos de los países aplastados por las botas militares, que
entonces llamábamos gorilas – los gorilatos – fue la hipocresía porque hacían
como que no sabían dónde andaban, quiénes eran los miembros de las guerrillas
que luchaban por la libertad de los pueblos. Ahora su filosofía es otra. Más
positiva. Pero en México, la filosofía de vida no ha dejado de ser la
corrupción. Que no diga Meade que va a acabar con la corrupción (la pura
hipocresía), o que no diga López Obrador que está pensando en amnistiar a los
padrinos del crimen organizado para que haya paz. Pero, como Sabines, así, no quiero
paz:
No quiero paz, no hay paz,
quiero mi soledad.
Quiero mi corazón desnudo
para tirarlo a la calle,
quiero quedarme sordomudo.
Que nadie me visite,
que yo no mire a nadie,
y que si hay alguien, como yo, con asco,
que se lo trague.
Quiero mi soledad,
no quiero paz, no hay paz.
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