De la Mesa de Redacción
De nuestra asociada La Voz de Am
Según encuestas previas, el proyecto de ley tenía un amplio
margen de desaprobación que alcanzaba el 55 por ciento, una situación que no
desanimó a los republicanos en su lucha por conseguir su primera conquista
legislativa.
Durante la presentación del proyecto de ley, antes de dar
inicio a la votación , el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan
insistió en los beneficios del nuevo sistema tributario, asegurando que
generará más empleo y llevará dinero de regreso a los bolsillos de los
estadounidenses.
Ryan también resaltó que el plan de reforma tributaria si
bien no va solucionar todos los problemas "sí hará que sean más fácil de
superar".
El Congreso de Estados Unidos, bajo control republicano,
aprobó de esta manera la mayor reforma al sistema tributario en más de 30 años.
El presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan
ofreció una conferencia de prensa previa a la votación en la que se mostró
confiado de conseguir los votos necesarios para su aprobación y expresó que
"éste es el mejor ejemplo de una promesa hecha y una promesa
cumplida".
Se espera que el Senado haga lo propio esta noche.
Sobre la supuesta baja popularidad de la propuesta de
reforma tributaria, Ryan insistió que "los resultados harán que se vuelva
popular".
Reacciones
Las reacciones no se hicieron esperar, una de las primeras
en emitir su opinión fue la senadora demócrata, Dianne Feinstein, quien tildó
la propuesta de reforma tributaria de “desastrosa” e hizo un llamado a través
de su cuenta de Twitter a sus colegas en el Senado para que voten “No” a la
reforma tributaria.
BREAKING: The House just passed the disastrous #GOPTaxPlan. I’ll be voting NO on the bill when it comes to the Senate and I call on my colleagues to do the same. This bill is NOT tax reform. It’s tax cuts for the rich and so-called “trickle-down economics” that DOES NOT work.— Sen Dianne Feinstein (@SenFeinstein) 19 de diciembre de 2017
“Este proyecto de ley NO es una reforma fiscal. Son los
recortes de impuestos para los ricos y la llamada ‘economía del goteo’ lo que
NO funciona”, escribió Feinstein.
Por su parte, el senador republicano Ted Cruz señaló que se
trató de “una gran noticia” los resultados de la votación en la Cámara de
Representantes y prometió trabajar en el Senado para aprobar rápidamente el
proyecto de ley que “ofrezca recortes tributarios genuinos para el pueblo
estadounidense”.
Great news to see that the House has passed the Tax Cuts and Jobs Act. Now onto the Senate, where we will work to swiftly pass the bill and deliver genuine tax cuts for the American people.— Senator Ted Cruz (@SenTedCruz) 19 de diciembre de 2017
La Cámara de Representantes introdujo la legislación fiscal
inicial el pasado dos de noviembre.
El lunes, los últimos dos senadores republicanos que se
resistían aún a la iniciativa legal, Susan Collins y Mike Lee, accedieron a
respaldarla.
Los republicanos insisten en que el paquete de rebajas de
impuestos por un valor de $1,5 billones de dólares para las corporaciones,
pequeños negocios y personas impulsará el crecimiento económico y el empleo.
También consideran la medida como clave para tener esperanzas de retener sus
mayorías en la Cámara y el Senado cuando los ciudadanos acudan a las urnas en
noviembre de 2018.
La legislación consensuada contiene elementos de los dos
proyectos separados de la Cámara y el Senado. Recorta permanentemente la taza
impositiva para las corporaciones del 35% actual a 21% y reduce los impuestos a
los estadounidenses más pudientes, mientras que otorga reducciones más modestas
de impuestos a los demás.
Los recortes presupuestarios para los individuos son
temporales y expirarán en 2026. Por ejemplo, la deducción de impuestos más
usada —por unas dos terceras partes de las familias estadounidenses— se duplica
a $24.000 dólares para los parejas casadas pero termina dentro de ocho años.
La legislación también elimina una importante e impopular
parte de la ley de salud aprobada durante el gobierno del anterior presidente
Barack Obama, que obligaba a los contribuyentes sin seguro médico a pagar una
multa. Tal medida podría resultar en un aumento de las primas de seguros para
el resto de contribuyentes.
Los demócratas argumentan que los impuestos favorecen
especialmente a los ricos.
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