De la Mesa de Redacción Rafael Castilleja
De Arcano Político
Denunció el apoyo del gobierno de Chiapas a grupos
paramilitares que operan con impunidad en los Altos y que desplazaron a cinco
mil tztziles en los municipios de Chalchihuitán y Chenalhó, la precandidata
presidencial independiente Marichuy María de Jesús Patricio Martínez, al
proseguir la recolección de firmas en el ejido de Tila.
La indígena nahua, médica tradicional y defensora de los
derechos humanos mexicana, fue elegida por el Congreso Nacional Indígena como
vocera representante indígena para las Elecciones federales de 2018. Busca el
registro ante el Instituto Nacional Electoral como candidata independiente a
la presidencia de la república en dicha contienda
En el aniversario de la comunidad ejidal en donde “la
autonomía, en el ejemplo de dignidad que
es el ejido Tila, fue el paso necesario tras más de 50 años de lucha
jurídica, de los amparos ganados que nunca fueron ejecutados, de la violencia
institucional desde los malos gobiernos ante los pasos que la organización iba
logrando para reconstituirse sin esa enfermedad que son los malos gobiernos”.
Arcano Radio, asociada a RNU y a RFI y afiliada a La Voz de
América, otra forma de escuchar para ver el mundo en busca de la verdad, les
comparte las palabras de la precandidato presidencial independiente rl fomingo
17 de diciembre:
Para el Congreso Nacional Indígena y el Concejo Indígena de
Gobierno, hoy, es un día importante en la memoria de los pueblos originarios de
este país, esa que se hace soñando y luchando por el fin de la guerra de
exterminio y el inicio de una nueva conciencia.
El pueblo Chol, del ejido Tila, que ha sido históricamente olvidado, resurgió
en su autonomía con el esfuerzo de muchas y muchos.
La autonomía, en el ejemplo de dignidad que es el ejido Tila, fue el paso necesario tras
mas de 50 años de lucha jurídica, de los amparos ganados que nunca fueron
ejecutados, de la violencia institucional desde los malos gobiernos ante los
pasos que la organización iba logrando para reconstituirse sin esa enfermedad
que son los malos gobiernos.
Es entonces, hermanas y hermanos de Tila, un grande el honor para nosotras y nosotros
del Concejo Indígena de Gobierno, estar para conmemorar junto con ustedes ese
16 de diciembre. Para celebrar y conmemorar el ejemplo del pueblo Chol del ejido
Tila, su palabra y su conciencia.
Sabemos que no ha sido fácil su camino, que su determinación
y organización ha crecido en medio de la hostilidad por parte de los malos
gobiernos y sus grupos paramilitares, como los que usan los poderosos en todo
el estado de Chiapas para tratar de acabar con las luces de esperanza, que es
la organización autónoma de los pueblos originarios.
Hoy, nos duele la situación que viven nuestras hermanos y
hermanos que viven amenazas y agresiones armadas por parte de grupos
paramilitares apoyados por los malos gobiernos, desde los primeros días de
noviembre en los municipios de Chalchihuitán y Chenalhó y que operan con
impunidad en los altos de Chiapas, produciendo el desplazamiento de 5mil
compañeras y compañeros del pueblo Tzotzil que viven ya una crisis humanitaria
causada por tener que huir de la agresión paramilitar.
Es la guerra que vivimos los pueblos originarios y solo en
la organización se miran los caminos, pues la guerra contra todos y todas es el
plan de los capitalistas, o sea esos que ambicionan nuestras tierras y recursos
naturales, los que ambicionan nuestro trabajo para su beneficio y que temen a
la organización de los abajo. Esa organización que en Tila, así como en otras geografías del
México indígena y no indígena, ha derribado los muros capitalistas para sembrar
sobre ellos.
Ante la pretensión de la clase política de imponer la
llamada Ley de Seguridad Interior, como pueblos, naciones y tribus originarias
del Congreso Nacional Indígena, manifestamos lo siguiente:
En nuestras comunidades la militarización por los malos
gobiernos es para mantenernos inmóviles, divididos y con miedo mientras
caciques, gobiernos, empresas o narcos acaban con los territorios, invaden
nuestras tierras, se llevan los recursos naturales, destruyen los ríos, los
bosques, extraen el petróleo, el gas y acaban las áreas de cultivo.
Para violentarnos, la ocupación militar se apoya con
paramilitares y sicarios. Si pedimos seguridad y ayuda nos mandan más militares
y el número de presos por defender sus derechos, muertos y desaparecidos
aumenta de inmediato.
A esa agresión política, económica, militar, paramilitar y
narcoparamilitar en nuestra contra que cada día genera despojo, miedo, terror y
luto, le llamamos guerra, la misma que ahora con su ley de “seguridad interior”
pretenden extender a todo el país.
Para los gobiernos capitalistas que mandan en el mundo de
arriba, los seres humanos pensando, actuando y organizándonos somos problemas
de seguridad interior, ya no solo los pueblos indígenas, sino todas las
sociedades urbanas y campesinas. De ese tamaño es el descontento que los de
arriba prevén porque de ese tamaño es la embestida que engendran.
Ante ello, el Congreso Nacional Indígena y el Concejo
Indígena de Gobierno manifestamos nuestro profundo repudio a la ley de
seguridad interior y llamamos a organizarnos porque:
1. En las
comunidades indígenas tenemos claro que la violencia y la impunidad siempre se
agrava con la presencia de las fuerzas armadas, que se hacen cómplices al servicio
de los políticos corruptos, caciques, narcotraficantes, talamontes o mineros y
cuando nos organizamos responden con violencia en nuestra contra, disparan y
matan sin importar si muere gente inocente, incluso niños.
2. Junto a la
militarización de nuestros territorios, se agudiza el despojo, la represión se
vuelve más violenta y la impunidad es garantizada por los propios asesinos, Así
se empoderan las corporaciones de la delincuencia organizada y los grupos
paramilitares.
3. El mal
gobierno es represivo y autoritario para defender los intereses de los
poderosos, que reprimen a los pueblos desde la clase política, sean partidos o
gobiernos, junto con las empresas trasnacionales tanto legales como ilegales.
4. Estamos quizá
frente a la última oportunidad que tenemos de cambiar este país de manera
civil, organizada y pacífica y no en medio de la guerra interna capitalista,
generalizada y desenmascarada.
Para quienes conformamos el CNI, que hemos crecido de la
memoria y camino andado, las fuerzas armadas deben responder a la autoridad
civil, que en los lugares donde nuestros pueblos gobiernan en su seguridad y
justicia como la montaña y costa de guerrero, en la meseta y costa de Michoacán
y otras geografías, es una autoridad colectiva a la que llamamos asamblea la
que toma las decisiones sobre nuestras
policías comunitarias y guardias comunales. Solo de esa manera, haciendo que el
pueblo mande y nuestras fuerzas de seguridad obedezcan, es que hemos podido
acabar con el terrorismo de estado y de las bandas de la delincuencia
organizada. Solo así hemos logrado proteger a nuestras familias y nuestro
territorio, construyendo la paz con la organización.
Como parte de esa misma guerra, que los malos gobiernos
anuncian para todos en este país y que está declarada desde hace años contra
los pueblos indígenas, exigimos:
- Que cese el
hostigamiento, amenazas y agresiones armadas por parte de grupos paramilitares
apoyados por los malos gobiernos, desde los primeros días de noviembre en los
municipios de Chalchihuitán y Chenalhó.
- Que sean
liberad@s l@s compañer@s del pueblo nahua de San Pedro Tlanixco, que se
encuentran secuestrad@s en el penal de Santiaguito en Almoloya de Juárez,
Estado de México, por defender con dignidad el agua que es la vida para
cualquier pueblo, sentenciados en el mes de noviembre a 50 años de prisión por
delitos que les fueron fabricados, luego de que el gobierno cometiera actos de
terror y persecución en contra de tod@s los comuneros y comuneras.
- Que sean canceladas las órdenes de
aprehensión en contra de los comandantes de la guardia comunal y policía
comunitaria de Santa María Ostula, Michoacán, Cemeí Verdía Zepeda, Germán
Ramírez Sánchez y otros comandantes y líderes de autodefensa de la sierra costa
michoacana, por el delito de construir con la lucha la paz en la región con la
organización de miles de hombres y mujeres, mientras los gobiernos protegen y
dan impunidad a los militares asesinos del niño Hidelberto Reyes García, y los
responsables del asesinato de 34 comuneros y la desaparición de 6.
Desde este digno territorio del ejido Tila, decimos que es
urgente parar esta guerra de los de arriba contra los de abajo. Hacemos un
llamado respetuoso a los pueblos, comunidades, colectivos y organizaciones de
abajo, a la sexta nacional e internacional y a las organizaciones honestas de
derechos humanos a manifestar nuestro rechazo a esta ley capitalista represiva,
así como a tejer abajo la resistencia que nace de la autonomía y de la
dignidad.
De organizarnos y prepararnos es el tiempo
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