domingo, 31 de diciembre de 2017

Papa dice que 2017 fue empañado por guerra y mentiras (Audio y texto)

De la Mesa de Redacción
De nuestra afiliada La Voz de América
Con información de Reuters


Foto de Radio Vaticana
Por Mireia Bonilla
Periodista de Radio Vaticana
El Papa Francisco dijo en su mensaje de fin de año que 2017 fue empañado por la guerra, mentiras e injusticias, y llamó a la gente a hacerse responsable por sus acciones.

En su último evento público del año, un servicio en vísperas de Año Nuevo en la Basílica de San Pedro, el pontífice afirmó que la humanidad “desperdició e hirió” al año “en muchas formas con obras de muerte, con mentiras e injusticias”.

Aunque la guerra fue la señal más obvia del “orgullo impenitente y absurdo”, muchas otras transgresiones provocaron “una degradación humana, social y medioambiental”.

 “Debemos asumir la responsabilidad por todo ante Dios, nuestros hermanos y nuestra creación”, sostuvo.

Aunque el Papa no mencionó eventos específicos de 2017, hizo oír su voz sobre muchos de los principales temas del mundo durante el año.

En abril, condenó la “masacre inaceptable” de civiles inocentes en un ataque con armas químicas en Siria. Hace sólo un mes visitó Myanmar, donde más de 600.000 musulmanes rohinyá se han visto forzados a huir de sus hogares hacia el vecino Bangladés y conversó con autoridades en un intento por mitigar la crisis.

El Papa también intentó alentar la paz en Colombia durante un viaje en septiembre y llamó al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a enfrentar temas vinculados con el cambio climático en mayo. Ante el aumento de las tensiones entre Corea del Norte y Occidente, Francisco manifestó preocupación por la existencia de arsenales nucleares.

Al finalizar la misa, el Sumo Pontífice caminó por la Plaza de San Pedro, donde saludó a feligreses y posó para fotos con ellos al visitar brevemente un pesebre de tamaño real colocado en el lugar.


El 1 de enero, el líder de los 1.200 millones de católicos del mundo oficiará una misa para conmemorar el Día Mundial de la Paz de la Iglesia.


Traducción del texto al español


Una celebración que tal y como aseguró el Papa “respiró la atmósfera de la plenitud del tiempo”, y no precisamente porque se trate de la última noche del calendario solar, sino porque “la fe nos lleva a contemplar y sentir que Jesucristo, Palabra hecha carne, ha dado plenitud al tiempo del mundo y a la historia humana” expresó.

Y la primera en experimentar este sentido de “plenitud” donada por la presencia de Jesús fue “María”, dijo Francisco. Una plenitud que fluyó, “a través de su corazón humilde y lleno de fe” así como “a través de su carne impregnada del Espíritu Santo”.

Es de María que la Iglesia ha heredado y hereda continuamente “esta percepción interior de plenitud” que alimenta un sentimiento de gratitud como “la única respuesta humana digna del inmenso don de Dios”. Se trata de un agradecimiento conmovedor, que, a partir de la contemplación de aquel Niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre, “se extiende a todo y a todos, al mundo entero” exclamó el Santo Padre. Es por tanto un "gracias" que refleja la Gracia y no viene de nosotros sino “de él”. No proviene del ego, sino “de Dios”.

En este año 2017 que Dios nos ha dado íntegro y sano – aseguro Francisco - nosotros los humanos “lo hemos desperdiciado y herido de muchas maneras con obras de muerte, con mentiras e injusticias”. Además, las guerras - concretizó el Santo Padre-, “son el signo notorio de este orgullo reincidente y absurdo, pero también lo son todas las pequeñas y grandes ofensas a la vida, a la verdad, a la fraternidad, que causan múltiples formas de degradación humana, social y ambiental” y es por ello que el Papa invitó a “asumir ante Dios” a nuestros hermanos y a nuestra creación.

El Obispo de Roma aseguró que lo que prevalece esta noche es la “gratitud” que siente en su alma al pensar en todas aquellas personas que viven “con el corazón abierto” en esta ciudad. Esas personas que “contribuyen cada día con pequeños pero preciosos gestos concretos para el bien de Roma” y para ello citó, a base de ejemplo, una serie de comportamientos propios de aquellas personas que expresan concretamente el amor por Roma: aquellas que tratan de hacer de la mejor manera su deber,  aquellas que se mueven en el tráfico con sabiduría y prudencia respetando los lugares públicos, así como aquellas que prestan atención a las personas mayores o en dificultad.

También expresó su inmensa estima por los padres, maestros y educadores que - con el mismo estilo aseveró- , “intentan formar a los niños y jóvenes en un sentido cívico y en una ética de responsabilidad”. “Estos y miles de otros comportamientos” - dijo Francisco – expresan, sin discursos y sin publicidad, “un estilo de educación cívica cooperando silenciosamente en el bien común”.

Antes de concluir, afirmó que estas personas, aunque no sean noticia, “son la mayoría de las personas que viven en Roma”. Personas que a pesar de encontrarse muchas de ellas en condiciones de dificultades económicas “no lloran, ni albergan resentimientos y rencores, sino que se esfuerzan por hacer su parte todos los días para mejorar un poco las cosas”.

Por último el Pontífice invitó a los fieles presentes a “expresar la gratitud por todos estos artesanos del bien común”, que aman su ciudad “no con palabras sino con hechos”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario