viernes, 22 de diciembre de 2017

La ONU, más necesaria que nunca en un año convulso (Audio)

Por Producción: Beatriz BARRAl y Veronique DURROUX-MALPARTIDA
Periodistas de nuestra asociada RNU
Música: Locked Up. Scott Holmes. Free Music Archive / Waster Britain. Scott Holmes. Free Music Archive


Sabina Pérez Pérez sujeta a su nieto, que todavía
 no tiene nomber, frente a su casa destruida por el terremoto
 en San Francisco Xochiteopan, en Puebla,
 México.
 Foto: UNICEF / Zehbrauskas
El 2017 ha sido un año marcado por los desastres naturales y los conflictos que han dejado miles de víctimas  y  obligado a millones de personas a moverse en busca de seguridad y oportunidades. La ONU ha respondido llevando asistencia humanitaria, denunciando las violaciones de Derechos Humanos y promoviendo conversaciones diplomáticas entre las partes enfrentadas.

La temporada de huracanes en el Caribe fue devastadora.  Irma y María dejaron a su paso cientos de muertos y graves daños materiales en las islas del caribe. No fue el único desastre natural en la región. En México, dos terremotos, con menos de un mes de diferencia dejaron más de 460 personas muertas y miles de heridos y viviendas destruidas. Las agencias de Naciones Unidas están sobre el terreno participando en la reconstrucción. Una cumbre en la sede en Nueva York, recaudó 2.000 millones de dólares para financiarlo.

El número de refugiados en el mundo siguió creciendo. En Myanmar, la violencia y los abusos contra la minoría musulmana rohingya han provocado una de las mayores crisis de refugiados del mundo. Más de 600.000 rohingyas han huido a Bangladesh, un país cuyas infraestructuras se han visto desbordadas. La ONU protege a los refugiados y les garantiza que sus necesidades básicas estarán cubiertas en los que campamentos que han tenido que convertir en su nuevo hogar.

Refugiados rohingyas inentan llegar a las
 costas de Bangladesh en una barca de bambú.
 Foto: UNICEF/Brown

En Yemen, el conflicto ha puesto a ocho millones y medio de personas al borde de la hambruna. Los sistemas de agua y saneamiento han sido intencionadamente bombardeados, provocando una epidemia de cólera. El sistema de Naciones Unidas ha exigido el fin del bloqueo del país y ha evitado que la situación derivara en una catrástrofe aún mayor, gracias al reparto de alimentos,  y medicamentos y las campaás de vacunación.


Los intentos diplomáticos para acabar con la guerra en Siria prosiguen. El conflicto dura ya más de seis años y ha costado la vida al menos a 250.000 personas y provocado que cinco millones tengan que huir de sus hogares.

Muchos de los que escapan de los conflictos en Oriente Medio y África Subsahariana intentan cruzar el Mediterráneo para llegar a Europa. Más de 100.000 personas lo lograron en 2017, pero más de 3.000 se ahogaron en el intento.  Un millón más esperan para cruzar en Libia, atrapados en un ciclo sin fin de abusos, explotación e incluso venta de esclavos.

En 2017, también tuvo lugar el peor ataque contra tropas de la ONU en 25 años. 14 cascos azules tanzanos fallecieron en la República Democrática del Congo.


El 2017 en fotos

2017 in Photos

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