* Celebramos el Día Internacional de la lucha contra el cáncer de mama
De la Mesa de Redacción Rafael Castilleja
De Arcano Político
Celebramos este miércoles 19 de octubre Día Internacional de
la lucha contra el cáncer de mama, establecido
por iniciativa de la Organización Mundial (OMS), con el objetivo de crear
conciencia y promover que cada vez más
mujeres accedan a controles, diagnósticos y tratamientos oportunos y efectivos.
En México sólo 10 por ciento de los casos de cáncer de mama
son detectados en etapa uno, esto es con un tumor de menos de dos centímetros.
El 75 por ciento de los casos son descubiertos hasta la tercera etapa, lo que
disminuye las posibilidades de recuperación total de un 85% en la primera etapa
hasta un 35%.
El cáncer de mamá constituye en México desde el año 2006 la
primera causa de muerte por enfermedad de cáncer en la población femenina de 25
años y más. El Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática
reportó que El cáncer de mama es la principal causa de morbilidad hospitalaria
por tumores malignos en la población de 20 años y más (18.7 por ciento) para
2013.
En 2014 por cada caso nuevo de cáncer de mama en los varones
se detectan 29 en las mujeres.
Actualmente en nuestro país el cáncer de mama es un
importante problema de salud ya que con el tiempo, el número de casos se ha
incrementado y cada vez es más frecuente en la mujer mexicana, de manera que
cada dos horas, una mujer mexicana muere a causa de esta enfermedad.
El cáncer de mama es el más común entre las mujeres en todo
el mundo, pues representa el 16% de todos los cánceres femeninos. Se estima que
en 2004 murieron 519 000 mujeres por cáncer de mama y, aunque este cáncer está
considerado como una enfermedad del mundo desarrollado, la mayoría (69%) de las
defunciones por esa causa se registran en los países en desarrollo (OMS, Carga
Mundial de Morbilidad, 2004).
La incidencia varía mucho en todo el mundo, con tasas
normalizadas por edad de hasta 99,4 por 100 000 en América del Norte. Europa
oriental, América del Sur, África austral y Asia occidental presentan
incidencias moderadas, pero en aumento. La incidencia más baja se da en la
mayoría de los países africanos, pero también en ellos se observa un incremento
de la incidencia de cáncer de mama.
Las tasas de supervivencia del cáncer mamario varían mucho
en todo el mundo, desde el 80% o más en América del Norte, Suecia y Japón,
pasando por un 60% aproximadamente en los países de ingresos medios, hasta
cifras inferiores al 40% en los países de ingresos bajos (Coleman et al.,
2008).
La bajas tasas de supervivencia observadas en los países poco
desarrollados pueden explicarse principalmente por la falta de programas de
detección precoz, que hace que un alto porcentaje de mujeres acudan al médico
con la enfermedad ya muy avanzada, pero también por la falta de servicios
adecuados de diagnóstico y tratamiento.
La detección precoz a fin de mejorar el pronóstico y la
supervivencia de los casos de cáncer de
mama sigue siendo la piedra angular de la lucha
contra este cáncer.
El cáncer de mama es el cáncer más frecuente en las mujeres
tanto en los países desarrollados como en los países en desarrollo. La
incidencia de cáncer de mama está aumentando en el mundo en desarrollo debido a
la mayor esperanza de vida, el aumento de la urbanización y la adopción de
modos de vida occidentales.
Aunque reducen en cierta medida el riesgo, las estrategias
de prevención no pueden eliminar la mayoría de los casos de cáncer de mama que
se dan en los países de ingresos bajos y medios, donde el diagnóstico del
problema se hace en fases muy avanzadas. Así pues, la detección precoz con
vistas a mejorar el pronóstico y la supervivencia de esos casos sigue siendo la
piedra angular del control del cáncer de mama.
Las estrategias de detección precoz recomendadas para los
países de ingresos bajos y medios son el conocimiento de los primeros signos y
síntomas, y el cribado basado en la exploración clínica de las mamas en zonas
de demostración. El cribado mediante mamografía es muy costoso y se recomienda
para los países que cuentan con una buena infraestructura sanitaria y pueden
costear un programa a largo plazo.
Muchos países de ingresos bajos y medios que afrontan la
doble carga de cáncer cervicouterino y cáncer de mama deben emprender
intervenciones costoeficaces y asequibles para hacer frente a esas enfermedades
altamente prevenibles.
La OMS promueve el control del cáncer de mama en el marco de
los programas nacionales de lucha contra el cáncer, integrándolo en la
prevención y el control de las enfermedades no transmisibles. La Organización,
con el apoyo de la Fundación Komen, está llevando a cabo un estudio de 5 años
sobre la costoeficacia del control del cáncer de mama en diez países de
ingresos bajos y medios.
El proyecto incluye un instrumento de estimación de costos
de los programas para evaluar las posibilidades de financiarlos. Se espera que
los resultados de este proyecto aporten datos que permitan formular políticas
apropiadas contra el cáncer de mama en los países poco desarrollados.
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