lunes, 18 de febrero de 2019

Pretende AMLO entregar ciencia y tecnología a transnacionales y quedarse con ese presupuesto


Arcano Político

Por Mario Luis ALTUZAR SUÁREZ

Controla bien a sus mujeres para hacer capricho.
Molesto por las evidencia de desprecio a la ciencia y tecnología con modistos y estudiantes en altos cargos directivos que le permitan manejar indiscriminadamente los recursos del sector, Andrés Manuel López Obrador ordenó a su senadora tlaxcalteca Ana Lilia Rivera Rivera, cambiar la ley como lo hizo con la Ley Taibo.

Presenta la legisladora tlaxcalteca el viernes 8 de febrero la  iniciativa con proyecto de decreto por el que se expide la Ley de Humanidades, Ciencias y Tecnologías y se reforman, adicionan y derogan diversos artículos de la Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados.

En un enredo semántico la confusa presentación dice que propone una renovación jurídico-institucional del Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología e Innovación que apuntale el desarrollo científico y tecnológico, así como fortalecer la unidad nacional, funcional, la conexión orgánica, la fluidez operativa y la transparencia de gestión de las distintas acciones e instrumentos que conforman el actual Sistema Nacional de Ciencia Tecnología e Innovación.

Sin embargo, en letra pequeña se oculta la dramática realidad: Algunos puntos de la iniciativa que han causado preocupación son la desaparición de órganos consultivos; el aparente proceso de centralización; y las cuestiones de bioseguridad, atribuciones que actualmente son manejadas por una comisión intersecretarial y que, con la iniciativa de ley, serán absorbidas por el Conacyt.

Además, existe otro debate sobre si el Estado debe hacer transferencias al sector privado para estimular la investigación en ciencia, el desarrollo de tecnología e innovación, o si el Estado no debería tener injerencia en este sentido.

Difícil batalla de Beatriz Paredes Rangel.
La senadora Beatriz Paredes Rangel, con una larga trayectoria en el sector público y diplomático, afirmó que lo que importa es lograr que la ciencia y la tecnología avancen en México, ya que un país en el siglo XXI que no cuenta con una política de desarrollo científico y tecnológico que corresponda a esta época, es un país que se queda fuera de la historia, concluyó la presidenta de la Comisión de Ciencia y Tecnología.

Ofrece Paredes Rangel una discusión en audiencias públicas de la iniciativa de ley que pretende replantear la estructura del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), siguiendo la filosofía de Parlamento Abierto que el Senado de la República ha desempeñado.

Su argumento es de peso: Dada la importancia del tema, es indispensable escuchar la opinión especializada y la de todos los interesados en los temas de ciencia, tecnología e innovación.

 La legisladora informó que la idea es abrir foros de discusión y de análisis, encuentros con especialistas, y escuchar la opinión de la comunidad científica y de la sociedad en general que tenga interés en los temas. Además, agregó que los integrantes de la comisión defenderán el diálogo abierto y plural, y no se descalificará ninguna de las opiniones.

Pero se duda que haya éxito en la defensa de los intereses científicos y tecnológicos mexicanos, con el antecedente de las reformas de la dictaorial Ley Taibo, para agradar al molesto San Peje y pudiese entregar el Fondo de Cultura Económica a un español y que defendió en el paredón de fusilamiento mediático de las mañaneras.

Nos leemos en https://arcanoradio.blogspot.com/, asociada a RNU y a RFI y afiliada a la Voz de América, otra forma de escuchar para ver el mundo, desde la cabina de transmisión Gilberto Armienta Calderón, a un lado del Cañón del Sumidero.

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