De la Mesa de Redacción Rafael Castilleja
De Arcano Político
Modifican los avances tecnológicos y los cambios en la
estructura del comercio las oportunidades en el sector manufacturero orientado
a la exportación. La automatización inteligente, la robótica avanzada y la
impresión 3D son los nuevos factores que influyen al momento de establecer qué
lugares son atractivos para la producción.
Según un nuevo informe publicado hoy por el Grupo Banco
Mundial, estos cambios podrían generar graves perturbaciones en el empleo del
futuro, especialmente en el caso de los trabajadores poco calificados; no
obstante, también ofrecen oportunidades.
En el
informe titulado Trouble in the Making? The Future of Manufacturing-Led
Development (¿Dificultades en ciernes? El futuro del desarrollo
impulsado por el sector manufacturero), se ponen de relieve los cambios
resultantes en la capacidad del sector manufacturero para crear empleo y
rescatar a las personas de la pobreza en los países en desarrollo. Asimismo, se
insta a los encargados de formular políticas a modificar su enfoque para
fomentar la creación de empleo en el sector manufacturero y preparar a los
trabajadores para los empleos del futuro.
“La tecnología y la globalización están cambiando el modo en
que el sector manufacturero contribuye al desarrollo. Debemos aprovechar este
cambio en lugar de temerle. En el pasado, este sector creaba empleos para mano
de obra no calificada y generaba aumentos de la productividad. En el futuro,
los países en desarrollo deberán actualizar sus políticas así como sus
estrategias en materia de infraestructura, capacidades de las empresas y
creación de empleo para satisfacer las demandas de un mundo más avanzado desde
el punto de vista tecnológico”, señaló Anabel González, directora senior de la
Práctica Global sobre Comercio y Competitividad del Grupo Banco Mundial.
En el informe se señala que los cambios tecnológicos y las
variaciones en los patrones de globalización darán lugar a una reformulación de
las estrategias de desarrollo impulsado por el sector manufacturero. El ritmo
del comercio está disminuyendo. Las cadenas de valor mundiales siguen
concentradas en un número relativamente pequeño de países. Las fábricas de
automóviles, artículos electrónicos, indumentaria y bienes de consumo o de otro
tipo están incorporando elementos de automatización inteligente, robótica
avanzada, impresión 3D y otros avances que están modificando la manera en que
los países y las empresas compiten por la producción.
Si bien estas tendencias generan el temor de que el sector
manufacturero deje de ofrecer una trayectoria de crecimiento accesible para los
países de ingreso mediano y bajo, en el informe se señalan las prioridades en
materia de políticas que pueden ayudar a estas economías a enfrentar los
desafíos y aprovechar las oportunidades que ellos generan.
“Los países pueden aprovechar las nuevas y promisorias
oportunidades para incrementar la productividad y crear empleo si los
encargados de formular políticas adoptan enfoques que se adapten a los cambios
tecnológicos y las variaciones en los patrones de globalización”, señaló Mary
Hallward‑Driemeier,
una asesora económica senior en la de Práctica Global sobre Comercio y
Competitividad del Grupo Banco Mundial y coautora del informe. “Los países que
no lo hagan, además de afrontar costos económicos, deberán asumir los costos
sociales relacionados con el aumento de la desigualdad y la disminución del
acceso a las oportunidades”.
En el informe se señala que los países que desean dar
impulso a sus sectores manufactureros deben poner énfasis en tres áreas:
competitividad, capacidades y conectividad (las 3C).
Para lograr competitividad deberá asignarse más importancia
a las reformas que reducen el costo unitario de la mano de obra. Asimismo, será
necesario que cada economía disponga de mejores medios para analizar nuevos
modelos empresariales; establecer nuevas relaciones contractuales que incluyan
nuevas tecnologías y concebir nuevas maneras de fabricar bienes que también
permitan prestar servicios.
Para crear capacidades será necesario dotar a los
trabajadores de un nuevo conjunto de aptitudes, fortalecer la capacidad de las
empresas para incorporar nuevas tecnologías y proporcionar nueva
infraestructura y nuevas reglas para respaldar el uso de esas tecnologías.
Para promover la conectividad se deberá seguir propiciando
la apertura al comercio de bienes, incluidas las materias primas y los
componentes. Así también, será más necesario aprovechar las sinergias con los
servicios que están cada vez más integrados e incorporados en los bienes
manufacturados.
“Los nuevos procesos y las nuevas tecnologías modificarán la
manera en que se fabrican los bienes tradicionales”, señaló Gaurav Nayyar,
economista en la Práctica Global sobre Comercio y Competitividad del Grupo
Banco Mundial y coautor del informe. “Para hacer realidad todo el potencial de
cada economía, los encargados de formular políticas y los encargados de tomar
decisiones en el sector privado deberán aprovechar las nuevas oportunidades y,
para ello, deberán reformular sus estrategias de desarrollo impulsado por el
sector manufacturero”.
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