viernes, 1 de febrero de 2019

Inicia la fiesta Yomó-Etzé en San Fernando, Chiapas


De la Mesa de Redacción Rafael Castilleja
De Arcano Político

Inicia este 1 de febrero, la Fiesta de la Candelaria conocida en zoque como Yomó-Etzé traducido como Danza de las Mujeres y previo a la Primavera en San Fernando, Chiapas, y concluirá el 3 de febrero.

El Yomoetzé, baile de mujeres, que lo practican en Candelaria; a base de violín y guitarra. Las mujeres llevan sombreros charros koggüiá y enaguas o nahuillas a cuadros llamados kaishuichí, leemos en un estudio de Carlos Navarrete, titulado Un estudio sobre danzas zoques antes de 1940.
Las danzas zoques se están extinguiendo. En muchos pueblos donde antaño eran imprescindibles en las principales celebraciones religiosas, comienzan a ser un recuerdo o han sufrido tales modificaciones que se han desvirtuado.

Como en todo lo que conforma el mundo zoque (Lee, 1968: 123), es urgente plantear un rescate de los valores tradicionales que están olvidándose, y en el terreno de las danzas aún no existe un estudio antológico o un catálogo global que nos diga de pueblos y diferencias entre los bailes.

El yomoetzé es un baile en el cual participan hermosas mujeres ataviadas con faldas rojas, portando un pañuelo en la cintura y sombreros especiales; son danzas primitivas de graves movimientos en los que se marca con pespunte ágil la música de pitos y tambores, levantando el ánimo de los bailadores, hombres y mujeres, mostrando sus habilidades sobre un piso de tierra recién regado.

En la cocina de altas chimeneas, confeccionadas con ladrillos o adobe, hay una gran algarabía que aceleró las reiteradas copas de aguardiente; ahí se confecciona, cocinan y sazonan los alimentos que habrán de servirse en la fiesta, destacando el zispolá que se prepara con carne de res, ave, repollo y otros aderezos.

Otro de los manjares indispensables del Mequé es el putzatzé elaborado a base de vísceras de res que de acuerdo a las costumbres, éstas deben cocinarse a medio lavar para conservar el olor original y una mayor “apetencia”. Este se sirve acompañado de un canané o tamal de masa de frijol en lugar de tortillas.

Una vez que se ha consumido todo, comida y bebida, se da principio a la procesión, con los “mayores” al frente, conduciendo al Niño Dios, seguidos de los “maestros” portadores de velas, guirnaldas y otros adornos; siguen las señoras, las jóvenes, y luego los muchachos, llegando el cortejo hasta la iglesia donde es recibido por el cura que conduce la imagen hasta el Altar Mayor siendo depositado con todo el ceremonial acostumbrado.

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