Arcano de la Salud
*Al cumplirse un año de la detección del primer caso en América Latina, Etienne consideró que la región "ciertamente no está fuera de peligro"
De la mesa de redacciónde Arcano Radio
Pidió en Washibngton la directora de la Organización
Panamericana de la Salud (OPS), Carissa F. Etienne, a la comunidad
internacional que el acceso a las vacunas COVID-19 en las Américas sea “una
prioridad global”, dado que la región continúa siendo el “epicentro” de la
pandemia.
“El poder de las vacunas para salvar vidas no debe ser el
privilegio de unos pocos, sino un derecho para todos, especialmente en el caso
de los países bajo mayor riesgo, como los de las Américas”, dijo la doctora
Etienne durante una sesión informativa para los medios. “Para salvar vidas,
nuestra región necesita vacunas lo antes posible y tantas como sea posible”.
Al reafirmar que los países de las Américas han sido los más
afectados por la pandemia de COVID-19, señaló que "millones siguen
vulnerables ante la infección y a morir". Si bien 28 países han comenzado
a aplicar vacunas COVID-19, gracias a acuerdos bilaterales con fabricantes o
pequeñas donaciones de otros países, "eso no es suficiente y ni
aceptable".
En un avance esperanzador, los países que participan en el
mecanismo COVID-19 - que trabaja para garantizar un acceso equitativo a las
vacunas- comenzarán a recibir dosis en las próximas semanas, dijo. El Fondo
Rotatorio de la OPS ha encabezado los esfuerzos para adquirir vacunas a través
de COVAX en representación de los países de la región.
Sin embargo, "a pesar de las medidas que se toman para
aplicar las vacunas lo más rápido posible, aún estamos muy por detrás de lo que
deberíamos estar como región", subrayó Etienne. “Es por eso por lo que
exhortamos a la comunidad internacional a que el acceso a las vacunas COVID-19
en las Américas sea una prioridad global, ya que es donde más se necesitan y donde
hay mayores riesgos”.
Las entregas iniciales de vacunas COVAX a los países de la
región cubrirán entre el 2 y el 2,5% de la población de los países
participantes.
Situación epidemiológica
Al cumplirse un año de la detección del primer caso de
COVID-19 en Brasil, la directora de la OPS especificó que más de 10 millones de
brasileños se han infectado desde entonces, apuntando a que las Américas
todavía no ha superado el reto ya que existen casi 50 millones de personas
infectadas con el virus en la región.
Si bien recientemente se ha informado sobre la reducción
sustancial en los casos de COVID-19, en gran parte se debe a mejores tendencias
en los Estados Unidos, donde los casos y las muertes han disminuido en un 30%
esta semana con respecto a la semana pasada. Mientras tanto, las condiciones en
América Latina y el Caribe respecto a la pandemia son mixtas. "Quiero
enfatizar que ciertamente no estamos fuera de peligro", enfatizó Etienne.
Los nuevos casos han disminuido drásticamente en Uruguay,
donde la implementación oportuna de medidas de salud pública resultó en una
reducción de las infecciones sin precedentes. En Brasil, Colombia y Ecuador,
tal disminución ha sido menos sustancial, con un descenso de alrededor del 4%
esta semana en comparación con la semana pasada.
En muchos países las infecciones continúan aumentando. Perú
está sufriendo nuevos brotes a lo largo de su frontera amazónica con Brasil y
Colombia. En el Caribe, Barbados, Santa Lucía, San Vicente y Granadinas, así
como las Islas Turcas y Caicos, están reportando un aumento de nuevas
infecciones.
“Para controlar el virus, debemos permanecer atentos y
comprometidos con las medidas de salud pública que sabemos son efectivas,
especialmente a medida que circulan nuevas variantes del virus en la región y
que pueden aumentar la carga sobre nuestros sistemas de salud”, explicó
Etienne. "Es por ello, que la OPS continúa monitoreando la propagación del
virus en nuestra región y así poder detectar cualquier cambio en la
transmisión; también es la razón por la cual los personas deben seguir
practicando el distanciamiento físico, usar mascarillas y evitar las
aglomeraciones".
Etienne manifestó que las vacunas COVID-19 adquiridas a través
del mecanismo COVAX son seguras y efectivas. Se ha demostrado que estas vacunas
— que han sido evaluadas de forma rigurosa y exhaustiva por la OMS y también en
muchos casos por las autoridades reguladoras nacionales — reducen drásticamente
las posibilidades de síntomas graves por la enfermedad.
“Gracias al poder de las vacunas, nuestra región pudo eliminar la viruela, la poliomielitis, la rubéola y el sarampión”, declaró Etienne. “No será distinto con la COVID-19: las vacunas seguras y efectivas nos ayudarán a cambiar el rumbo de esta pandemia, pero solo si podemos llegar a los más vulnerables, sin importar dónde viven o quiénes son, y todavía necesitaremos mantener las medidas probadas de salud pública en cuanto a aplicación de pruebas, localización de contactos, cuarentena, distanciamiento físico, higiene de manos frecuente y mascarillas hasta que la pandemia comience a retroceder".
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