Arcano de EU
De la mesa de redacciónDe Arcano Político
Se profundiza la brecha entre México y Estados Unidos. El martes 23 de febrero, el presidente Biden señaló a Canadá como el único amigo. Y este miércoles, el Secretario de Estado Antony Blinken, adelanta que buscará volver en 1922 al Consejo de DDHH de la ONU para que cumpla su propósito, derechos ignorados por AMLO.
Con más de 35 periodistas y defensores de los derechos humanos asesinado en la gestión de Andrés Manuel López Obrador, impune en el asesinato de un amigo y de su hermano, nada bien le cae la declaración del número uno de la diplomacia estadounidense, para proteger a defensores de derechos humanos
Por considerarlo de interés, reproducimos el mensaje que nos enviaron a nuestro correo, este 24 de febrero:
Antony J. Blinken, Secretaria de Estado
Estados Unidos está comprometido con un mundo en el que se protejan los derechos humanos, se celebre a sus defensores y se responsabilice a quienes cometen abusos contra los derechos humanos.
Promover el respeto por los derechos humanos no es algo que
podamos hacer solos, pero se logra mejor trabajando con nuestros aliados y
socios en todo el mundo. El presidente Biden está comprometido con una política
exterior que une nuestros valores democráticos con nuestro liderazgo
diplomático, y que se centra en la defensa de la democracia y la protección de
los derechos humanos.
Hoy, la administración dio un paso importante en esa
dirección al anunciar a EE. UU. intención de ser elegido para un puesto en el
Consejo de Derechos Humanos de la ONU a partir de enero de 2022. Estados Unidos
ha sido durante mucho tiempo un defensor de los derechos humanos. Si somos
elegidos para el Consejo de Derechos Humanos, aprovecharemos la oportunidad de
ser una voz líder dentro del Consejo para promover el respeto por los derechos
humanos.
El Consejo de Derechos Humanos es un importante foro
multilateral dedicado a promover los esfuerzos internacionales de derechos
humanos y ha desempeñado un papel fundamental en la promoción de la rendición
de cuentas por violaciones y abusos de derechos humanos. Desde investigaciones
sobre abusos en Siria y Corea del Norte para promover los derechos humanos de
las mujeres y las personas LGBTQI y otras minorías, y combatir el racismo y la
persecución religiosa, el Consejo de Derechos Humanos debe apoyar a quienes
luchan contra la injusticia y la tiranía.
También reconocemos los desafíos en el Consejo, incluido un
sesgo inaceptable contra Israel y las reglas de membresía que permiten que
países con antecedentes atroces en materia de derechos humanos ocupen puestos
que no merecen. Sin embargo, mejorar el consejo y hacer avanzar su trabajo
crítico se hace mejor con un asiento en la mesa.
Buscamos volver al Consejo de Derechos Humanos para estar codo con codo con nuestros aliados y socios a fin de garantizar que este importante órgano cumpla su propósito. Lo hacemos con la determinación de escuchar, aprender y trabajar por un mundo en el que los derechos humanos sean respetados universalmente.
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