Por Jordi TRUJOLS
Periodista de nuestra asociada RNU
Campesino en Tanzania utilizando heno para crear una cubierta vegetal que impida la erosión del suelo. Foto: FAO/Marco Longari. |
La lucha contra el hambre requiere una transformación
expedita de los sistemas agrícolas y alimentarios, especialmente en lo que se
refieren a adaptación contra el cambio climático, indicó este lunes la
Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO)
Según la FAO, para esa adaptación es fundamental el apoyo
inmediato a los pequeños productores.
En su informe del Estado Mundial de la Agricultura y la
Alimentación 2016, la FAO señaló que el número de pequeños agricultores en los
países en desarrollo se acerca a los 500 millones y reportó que esas personas
se encuentran en condiciones agroecológicas y socioeconómicas muy diversas.
Agregó que el apoyo que se dé a ese colectivo se debe
adaptar a esas realidades.
La FAO estimó que la inmovilidad ante las emisiones de gases
de efecto invernadero puede aumentar en millones el número de personas en
situación de hambre, sobre todo en las zonas más vulnerables de África subsahariana,
Asia meridional y el sudeste asiático.
El director del Departamento de Economía del Desarrollo
Agrícola de la FAO, Robert Vos, advirtió sobre lo que puede ocurrir si no se
toman medidas para combatir el impacto del cambio climático.
"Estimamos que si no se contrarrestan los impactos del
cambio climático unos 50 millones de personas más podrían sufrir hambre o
desnutrición hasta el año 2050", señaló Vos.
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