* 17 de octubre, conmemoración del reconocimiento del sufragio femenino en México
De la Mesa de Redacción Rafael Castilleja
De Arcano Político
A 63 años del reconocimiento en nuestro país del derecho de
las mujeres a votar y ser votadas para ocupar cargos de elección popular a
nivel federal, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) considera
que la participación política de las mujeres es uno de los retos que las
sociedades abiertas y democráticas debemos encarar.
Mujeres y hombres debemos conjuntar esfuerzos en la
construcción de una agenda que propicie la presencia en los espacios de
decisión en igualdad de condiciones.
En ocasión de esta fecha conmemorativa –17 de octubre—, este
Organismo Nacional subraya que la plena participación y el liderazgo de las
mujeres en igualdad de condiciones son
necesarios en una democracia incluyente.
La CNDH reconoce el
aporte fundamental de las mujeres al quehacer político y fortalecimiento de
nuestra democracia, y renueva su compromiso para trabajar con los tres órdenes
y niveles de gobierno, así como con los distintos actores sociales para lograr
la plena participación de las mujeres en
la política y demás espacios de poder y toma de decisiones.
Para la CNDH, los derechos políticos de las mujeres son
derechos humanos y en consecuencia, no deben ser víctimas de discriminación ni
violencia por ese motivo. Si las mujeres representan más de la mitad de la
población del país, tienen derecho a ocupar en la misma proporción los espacios
de decisión.
De acuerdo con un informe de la Unión Interparlamentaria
(UIP), los procesos electorales verificados en 57 países lograron incrementar
la proporción de mujeres en los cargos de forma contundente. En 15 países, el
aumento representó más de 10 puntos porcentuales, de acuerdo con el documento
“Mujeres y Parlamento 2012”, de la UIP.
En el año 2012 fue notable el aumento de la participación
política de la mujer, ya que el promedio mundial de parlamentarias se situó en
20.3%, en comparación con el 19.5% de 2011, lo que representa un incremento de
5.3 puntos porcentuales en una década.
La ola democrática en favor de la modificación de los
sistemas electorales a través de las leyes de cuotas y paridad han rendido
resultados, de manera tal que en México, en el proceso federal electoral 2012
resultaron electas 185 diputadas que
representaron 37.2% de la integración y 42 senadoras que representan
32.81%. Posteriormente, tras la reforma de 2014 que supuso la obligatoriedad en
la cuota de género 50-50 para la postulación de candidatas por los partidos
políticos, se logró el 42.5 % de representación de mujeres en la integración de
la cámara de diputadas y diputados.
Este máximo histórico es el resultado del trabajo conjunto
de sociedad, legisladoras y activistas que al día de hoy continúan promoviendo
la participación política, el empoderamiento y la protección del derecho humano
a participar en política y tomar decisiones sobre el ámbito público.
Si bien México ha conseguido importantes avances en la
participación política de las mujeres gracias a la efectiva aplicación de
medidas afirmativas, la paridad aún no ha sido lograda y hay trabajo por hacer
en los distintos niveles de gobierno. La igualdad formal, la igualdad en las
leyes se valora ampliamente, pero también se necesita acelerar el ritmo para el
logro de la igualdad sustantiva.
Para alcanzar la igualdad de género y el empoderamiento de
las mujeres es necesario considerar los instrumentos internacionales en la
materia como la Convención sobre la eliminación de todas las formas de
discriminación contra la mujer (CEDAW) y los objetivos para el desarrollo
sostenible, y continuar impulsando acciones en favor de mujeres y niñas que
ayuden a eliminar las desigualdades estructurales, la discriminación y la
violencia.
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