Por Carla GARCÍA y Gisel DUCATENZEILER
Periodistas de nuestra asociada RNU
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| Helen Natali, de 26 años, vive en esta caseta con sus cuatro hijos en Wau, Sudán del Sur. © UNICEF/UN027555/Ohanesian |
Cerca de 1.000 millones de personas viven actualmente en
situación de pobreza extrema y más de 800 millones sufren hambre y
desnutrición. Sin embargo, la pobreza no se mide sólo por la falta de ingresos,
sino también por un acceso restringido a la salud, la educación y otros
servicios y derechos fundamentales.
Así lo expresó el Secretario General de la ONU en su mensaje
con motivo del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, que se
celebra cada 17 de octubre.
Ban Ki-moon subrayó que la humillación y la exclusión son
causas de malestar social y, en algunos casos, dan lugar a extremismos
violentos que tienen consecuencias en muchas partes del mundo.
Recordó que todos los Gobiernos tienen la obligación de
hacer frente a las desigualdades socioeconómicas y facilitar la participación
de todas las personas que viven en la pobreza extrema para que puedan construir
un futuro más equitativo, sostenible y próspero para todos.
El jefe de la ONU llamó a escuchar a esas personas, a
respetar y a defender sus derechos apoyando la Agenda de Desarrollo 2030 y
todas las iniciativas que buscan acabar con la pobreza.
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