Para que la economía pueda arrancar de nuevo, losGobiernos
necesitan ganar la carrera de la vacunación.PNUD/Stéphane Bellero
De la mesa de redacciónDe nuestra asociada RNU*
La pandemia de COVID-19 se está acelerando en muchos países
y la incertidumbre es inusualmente elevada. Se necesitan acciones públicas
contundentes para garantizar una distribución ágil y amplia de las vacunas,
proteger a los hogares más vulnerables y empresas viables, y promover una
recuperación duradera y sostenible, aseguran expertos del Fondo Monetario
Internacional.
Muchos países han continuado dando apoyo a personas y
empresas en medio del resurgimiento de infecciones y nuevas restricciones,
mientras calibran sus respuestas a la evolución de la situación económica. La
actualización del informe Monitor Fiscal de enero de 2021 del Fondo ofrece una
visión general de tales iniciativas y describe qué otras medidas pueden tomar
los gobiernos para lograr una recuperación más verde, más justa y duradera.
El apoyo público ha ayudado a personas y empresas
El apoyo fiscal mundial llegó a casi 14 billones de dólares
a fines de diciembre de 2020, un aumento del orden de los 2,2 billones desde
octubre de 2020. Incluye 7,8 billones correspondientes a gasto adicional o (en
menor proporción) medidas que resignan ingresos y otros seis billones
correspondientes a garantías, préstamos e inyecciones de capital (información
detallada de países aquí).
Este apoyo no ha sido uniforme entre los países, ya que ha
dependido del impacto de los shocks relacionados con la pandemia y de la capacidad
de los gobiernos para endeudarse.
En las economías avanzadas, las acciones fiscales abarcan
varios años (superan el 4% del PIB en 2021 y años subsiguientes). En cambio, en
los países en desarrollo y en mercados emergentes las medidas de apoyo se tomaron
inmediatamente, y una gran proporción de ellas están venciendo. Este apoyo,
sumado a la contracción económica que genera una menor recaudación de ingresos,
ha provocado un aumento de los déficits y del endeudamiento público. La deuda
pública promedio en el mundo llegó a un 98% del PIB a fines de 2020, frente a
un 84% proyectado antes de la pandemia para esa misma fecha.
Los mayores aumentos de los déficits fiscales y de deuda se
registraron en las economías avanzadas, debido a un mayor gasto y a la
disminución de los ingresos. En los mercados emergentes, el aumento de los
déficits obedeció principalmente a la depresión de los ingresos tributarios a
raíz de la recesión económica. En los países de bajo ingreso, la respuesta de
la política fiscal ha sido más acotada, debido a las limitaciones de
financiamiento y a un menor desarrollo de los programas de bienestar social.
Por ese motivo, se corre el riesgo de que la pandemia deje un impacto duradero,
lo que incluye mayores niveles de pobreza y desnutrición en estos países.
Una paciente recibe una dosis de la vacuna desarrolladapor
Oxford AstraZeneca en el Reino Unido.University of Oxford/John Cairns
El apoyo fiscal debe estar disponible hasta que la recuperación esté encaminada
La cooperación mundial para producir y distribuir
ampliamente tratamientos y vacunas es fundamental. La vacunación es un bien
público mundial que salva vidas y, eventualmente, ahorrará dinero de los
contribuyentes en todos los países. Cuanto antes concluya la pandemia mundial,
más rápido podrán las economías volver a la normalidad y las personas
necesitarán menos apoyo público.
Debido al nivel inusualmente alto de incertidumbre, las políticas
deben responder de manera flexible al cambio en las condiciones de la economía
y de la pandemia, según sea necesario y con la diferenciación adecuada. La
mayoría de los países tendrán que hacer más con menos, en vista de las
limitaciones cada vez mayores de sus presupuestos. Esto implica centrarse en
los más afectados y vulnerables, incluidos los sectores pobres, las mujeres y
los trabajadores informales, y en empresas que probablemente sigan siendo
viables después de la crisis y que tienen importancia sistémica para la
economía.
Muchos países de bajo ingreso enfrentarán dificultades,
incluso tras haber hecho los deberes. Necesitarán asistencia adicional, que
incluya donaciones, financiamiento en condiciones concesionarias, la prórroga
de la Iniciativa de Suspensión del Servicio de la Deuda o, en algunos casos, la
reestructuración de su deuda. Será esencial poner rápidamente en funcionamiento
el Marco común para el tratamiento de la deuda y ampliar los criterios para que
los países deudores puedan acceder.
Jasvirsing Jeetul es un técnico en el sector fotovoltaico.El Fondo Monetario Intenacional y preparar el terrenopara una recuperación más
ecológica, justa y duradera.PNUD/Stéphane Bellero
Las prioridades de la política fiscal
La política fiscal debe permitir una transformación verde,
digital e inclusiva de la economía una vez superada la pandemia de COVID-19.
Las prioridades incluyen:
La inversión en sistemas de salud (incluidas vacunas),
educación e infraestructura
Una campaña de inversión pública verde coordinada por los
países con espacio fiscal podría fomentar el crecimiento mundial.
Los proyectos —idealmente con la participación del sector
privado— deben apuntar a mitigar el cambio climático y facilitar la
digitalización
Contribuir a que las personas vuelvan al trabajo y cambien
de trabajo, de ser necesario, mediante subsidios para la contratación, una
mejor capacitación y programas de búsqueda de empleo
Fortalecer los sistemas de protección social para ayudar a
combatir la desigualdad y la pobreza
Reformular los sistemas tributarios para promover una mayor
equidad y ofrecer incentivos para proteger el entorno
Recortar el gasto inútil, afianzar la transparencia de las
iniciativas de gasto y mejorar las prácticas de gobierno para aprovechar
plenamente los beneficios del apoyo fiscal
Las autoridades económicas tendrán que buscar el equilibrio entre dar mayor apoyo a corto plazo para garantizar una recuperación sólida y mantener la deuda en niveles controlables a largo plazo. En este punto será fundamental el desarrollo de marcos plurianuales creíbles para ingresos y gasto (que incluyan cómo fortalecer las posiciones fiscales a mediano plazo), en especial en aquellos países con alto endeudamiento y limitaciones de financiamiento.
En síntesis, los gobiernos deben ganar la carrera de la
vacunación, responder con flexibilidad a los cambios en las condiciones
económicas y preparar el terreno para una recuperación más verde, más justa y
duradera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario