De la Mesa de Redacción Rafael Castilleja
De Arcano Político
Celebramos este jueves 19 de noviembre, el Día Mundial de
Retrete, establecido por la Asamblea General de las Naciones Unidas en julio de
2013.
Este año, el Día Mundial del Retrete Disponible se centra en
el vínculo entre el saneamiento y la nutrición para llamar a la atención sobre
la importancia de los aseos a la hora de tener una mejor nutrición y una mejor
salud.
La falta de acceso al agua potable y letrinas, junto con la ausencia de buenas prácticas de
higiene, son algunas de las causas subyacentes de una mala nutrición.
Observemos que 2 400 millones de personas no cuentan con
buenas letrinas y mil millones aún defecan en el aire libre.
Los retretes deficientes aumentan el riesgo de enfermedades
y la malnutrición, especialmente de las mujeres y los niños.
Las mujeres y las niñas se arriesgan a ser objeto de abusos
y violaciones porque no tienen un retrete que ofrece privacidad.
Un acceso universal al agua limpia es una parte esencial del
mundo en que queremos vivir.
Hay suficiente agua dulce en el planeta para lograr este
objetivo. Pero debido a una mala economía o a infraestructuras deficientes,
cada año millones de personas, la mayoría de ellos niños, mueren por
enfermedades asociadas con un inadecuado suministro de agua, saneamiento e
higiene.
Mensaje del sudcoreano Ban Ki-moon, secretario general de la
ONU:
El saneamiento es fundamental para la salud humana y
ambiental, así como para las oportunidades, el desarrollo y la dignidad. Sin
embargo, hoy día, en todo el mundo, una de cada tres personas carece de
servicios de saneamiento mejorados, y una de cada ocho practica la defecación
al aire libre.
La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, adoptada
recientemente, reconoce el papel fundamental que desempeña el saneamiento en el
desarrollo sostenible. La naturaleza integrada de la nueva Agenda significa que
necesitamos comprender mejor las conexiones entre los elementos constitutivos
del desarrollo. En ese espíritu, la celebración este año del Día Mundial del
Retrete se centra en el ciclo vicioso que conecta el saneamiento deficiente y la
malnutrición.
Las deficiencias en el saneamiento y la higiene son un
elemento crucial de la enfermedad y la malnutrición. Cada año, demasiados niños
menores de 5 años han visto sus vidas interrumpidas o alteradas para siempre
como consecuencia de las malas condiciones de saneamiento: más de 800.000 niños
de todo el mundo —es decir, uno cada dos minutos— mueren de diarrea, y casi la
mitad de todas las muertes de niños menores de 5 años se deben a la
desnutrición. Una cuarta parte de los niños menores de 5 años padece retraso
del crecimiento y muchos otros niños, así como adultos, están enfermando
gravemente y a menudo sufren consecuencias para la salud y el desarrollo a
largo plazo, incluso durante toda su vida. Los padres y los tutores conllevan
el costo de esas consecuencias. Las mujeres, en particular, soportan las
consecuencias directas.
A pesar de los argumentos morales y económicos convincentes
para la adopción de medidas relacionadas con el saneamiento, el progreso es
demasiado escaso y demasiado lento. En muchos sentidos, el saneamiento es la
meta menos conseguida de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Es por ello
que en 2013 se lanzó el Llamamiento a la Acción en Materia de Saneamiento, y
por eso nuestro objetivo es poner fin a la defecación al aire libre para 2025.
La Agenda 2030 nos exhorta a renovar nuestros esfuerzos para
proporcionar acceso a servicios de saneamiento adecuados en todo el mundo.
Debemos seguir educando y protegiendo a las comunidades en situación de riesgo,
y cambiar las percepciones culturales y las prácticas de larga data que
obstaculizan la búsqueda de la dignidad.
Al trabajar juntos, y mediante un debate abierto y franco
sobre la importancia de los retretes y el saneamiento, podemos mejorar la salud
y el bienestar de un tercio de la familia humana.
Ban Ki-moon
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