miércoles, 25 de noviembre de 2015

Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer

* Sufre alguna forma de violencia el 35% de las mujeres
y las niñas. En algunos países esta cifra asciende al 70%
* Mutiladas por ablación genital 133 millones de niñas y mujeres
* Casaron a 700 millones de mujeres menores de 15 años

De la Mesa de Redacción Rafael Castilleja

De Arcano Político

Celebramos este miércoles 25 de noviembre Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, establecido el 17 de diciembre de 1999 por la Asamblea General de la ONU en su resolución 54/134.

El 35% de las mujeres y las niñas sufren alguna forma de violencia física o sexual a lo largo de sus vidas. En algunos países esta cifra asciende al 70%.

Se calcula que 133 millones de niñas y mujeres han sufrido alguna forma de mutilación/ablación genital en los 29 países de África y Oriente Medio donde esta práctica perniciosa es más frecuente.

En el mundo, en la actualidad, más de 700 millones de mujeres se casaron cuando eran niñas, de las cuales 250 millones eran menores de 15 años. Las niñas que contraen matrimonio antes de cumplir los 18 tienen menos probabilidades de terminar su educación y más de sufrir violencia doméstica y complicaciones en el parto.

La campaña «16 días de activismo contra la violencia de género» comienza el 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, y termina el 10 de diciembre, Día de los Derechos Humanos. Esta campaña tiene como objetivo llamar a la acción para poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas en todo el mundo.

Este año, la campaña del Secretario General de las Naciones Unidas ÚNETE para poner fin a la violencia contra las mujeres te invita a la iniciativa “Pinta el mundo de naranja: pon fin a la violencia contra mujeres y niñas”. Participa en la campaña ÚNETE y organiza «eventos naranja» entre el 25 de noviembre y el 10 de diciembre de 2015.

La fecha del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, fue elegida como conmemoración del brutal asesinato en 1960 de las tres hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, activistas políticas de la República Dominicana, por orden del gobernante dominicano Rafael Trujillo (1930-1961).

Ese día, tras despedirse de sus respectivos maridos, en el patio de la fortaleza, las tres mujeres y el chofer Rufino de la Cruz, salieron rumbo a Salcedo. Afuera de Puerto Plata, al llegar al puente de Marapica, fueron detenidos por cuatro hombres que iban en un cepillo el cual atravesaron en medio del puente.

Las tres mujeres fueron obligadas, a punta de pistola, a subirse al asiento trasero del vehículo de sus verdugos, mientras tres de estos se montaban con el chofer en el jeep, dirigiéndose hacia La Cumbre donde estaba la casa, en la que les esperaba el Teniente Víctor Alicinio Peña Rivera para darles las instrucciones finales.

Las apalearon hasta morir para luego introducir los cuerpos en el coche y simular un accidente de tráfico. El sargento Ciriaco de la Rosa se dirigió entonces al aposento donde estaba Peña Rivera y le dijo: "Señor, misión cumplida".

La publicidad resultante provocó que el pueblo dominicano se mostrara cada vez más proclive a apoyar a las Mirabal y sus ideales. Esta reacción contribuyó a despertar conciencia en el público, y finalmente culminó con el asesinato del dictador el 30 de mayo de 1961
.
El 20 de diciembre de 1993, la Asamblea General aprobó la Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer (A/RES/48/104).

Mensaje del sudcoreano Ban Ki-moon, secretario General de la ONU, en el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer

Los crímenes atroces cometidos contra las mujeres y las niñas en las zonas de conflicto, junto con el problema de la violencia doméstica que afecta a todos los países, constituyen una grave amenaza para el progreso.

Me preocupan profundamente las difíciles circunstancias de las mujeres y las niñas que viven en condiciones de conflicto armado, quienes sufren múltiples formas de violencia, agresión sexual, esclavitud sexual y trata. Los extremistas violentos están tergiversando las doctrinas religiosas para justificar la subyugación en masa y el abuso de las mujeres. No se trata de actos de violencia fortuitos ni de consecuencias indirectas de la guerra, sino más bien de medidas sistemáticas para negar a las mujeres sus libertades y el control de su cuerpo. Una de las consideraciones fundamentales en los esfuerzos desplegados a nivel mundial para combatir y prevenir el extremismo violento debe ser la protección y el empoderamiento de las mujeres y las niñas.

La mitad aproximadamente de los 60 millones de personas que han sido desplazadas por la fuerza son mujeres. Muchas de las que huyen de la guerra y la violencia son a menudo explotadas por traficantes sin escrúpulos y sufren a causa de la discriminación por razón de género y la xenofobia en las sociedades de acogida. Las que son demasiado jóvenes, demasiado viejas o demasiado débiles para emprender el peligroso viaje se quedan solas en su lugar de origen, lo que aumenta su vulnerabilidad al no contar con el apoyo de los que se han ido.

Incluso en las zonas donde reina la paz la violencia contra las mujeres persiste y se registran casos de feminicidio, agresión sexual, mutilación/ablación genital femenina, matrimonio precoz y ciberacoso. Esas prácticas traumatizan a las personas y desintegran el entramado de la sociedad.

He liderado, a través de la campaña “ÚNETE para Poner Fin a la Violencia contra las Mujeres” y de la iniciativa “Él por Ella”, un movimiento mundial para implicar a los hombres en la promoción de la igualdad de género. En ese contexto, exhorto a los gobiernos a que aumenten sus contribuciones al Fondo Fiduciario de las Naciones Unidas para Eliminar la Violencia contra la Mujer, cuyo objetivo es subsanar la insuficiencia crónica de inversiones en esta esfera.

Millones de personas de todo el mundo se han unido bajo el estandarte naranja, que es el color elegido como símbolo de un futuro mejor, libre de la violencia contra las mujeres y las niñas. Este año, como muestra del creciente impulso en favor del cambio, se iluminarán de color naranja numerosos monumentos icónicos, entre ellos las ruinas de Petra en Jordania y las cataratas del Niágara en América del Norte.

También podemos despejar el camino hacia un futuro de dignidad e igualdad para todos mediante la aplicación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible aprobada recientemente, en la que se reconoce la importancia de eliminar la violencia contra las mujeres y se fijan metas conexas en relación con varios Objetivos de Desarrollo Sostenible. Asimismo, en varios exámenes amplios recientes de las operaciones de paz de las Naciones Unidas, las labores de consolidación de la paz y los programas relativos a la mujer y la paz y la seguridad, se ha puesto de relieve la importancia crucial de incorporar la participación de las mujeres en las iniciativas de paz y seguridad.

La violencia contra las mujeres y las niñas está muy extendida, por lo que todos podemos tomar medidas para acabar con ella. Juntemos nuestras fuerzas para poner fin a este crimen, promover la plena igualdad de género y crear un mundo en el que las mujeres y las niñas disfruten de la seguridad que merecen. Hagámoslo por el bien de ellas y el de toda la humanidad.

Ban Ki-moon

No hay comentarios:

Publicar un comentario