“Se acabo, manito… se acabó la ciudad”, gritaba llorando un
motociclista en el Zócalo. Y sin embargo, la ciudad aún existe. Destruida. Una
imagen de postguerra. Desolación. Pero mientras hay vida hay esperanza y se
necesita mucho valor para reiniciar.
El peor terremoto en la historia de México, por Mario Luis
ALTUZAR SUÁREZ: Página 20, Impacto 1857. Instituto de Investigaciones
Bibliográficas Nacionales de la UNAM.
No hay comentarios:
Publicar un comentario