viernes, 2 de septiembre de 2016

Viaja EPN con séquito de 12 a Hangzhou, China a la Cumbre del Grupo de los 20

* Discutirán el bajo crecimiento, el elevado nivel de desigualdad y el lento avance de las reformas estructurales: FMI

* Necesario aplicar política contundentes para evitar una trampa de bajo crecimiento


De la Mesa de Redacción Rafael Castilleja
De Arcano Político


Viaja este viernes 2 de septiembre el presidente de México, Enrique Peña Nieto con un séquito de 12 acompañantes, a la ciudad de Hangzhou, provincia de Zhejiang, en la República Popular China, para participar en las 5 sesiones de la Cumbre de Líderes del Grupo de los Veinte (G20), los días 4 y 5 de septiembre.

El bajo crecimiento, el elevado nivel de desigualdad y el lento avance de las reformas estructurales son algunos de los temas principales que los líderes del G-20 debatirán en la reunión que celebrarán en Hangzhou, China, este fin de semana, adelantó la francesa Christine Lagarde, Directora Gerente del Fondo Monetario Internacional.

Esta reunión tiene lugar en un momento importante para la economía mundial. El péndulo de las políticas podría inclinarse en contra de la apertura económica, y si no se adoptan medidas de política contundentes, el mundo podría registrar tasas de crecimiento decepcionantes por mucho tiempo.

Compartimos el escrito de la funcionaria en el portal del FMI:

El año 2016 será el quinto año consecutivo con un crecimiento del PIB mundial por debajo de su promedio a largo plazo del 3,7% (1990-2007), y 2017 podría ser el sexto. Desde principios de los años noventa, cuando los efectos de contagio derivados de la transición económica provocaron una desaceleración del crecimiento, no se ha visto un debilitamiento de la economía mundial por tanto tiempo. ¿Qué ha ocurrido?

En las economías avanzadas, el crecimiento real se mantiene casi un punto porcentual completo por debajo del promedio de 1990-2007.

Muchas siguen viéndose afectadas por los legados de la crisis, como el sobreendeudamiento público y privado, y el deterioro de los balances de las instituciones financieras. El resultado ha sido una demanda persistentemente débil.

Cuanto más se prolongue el debilitamiento de la demanda, mayores serán las repercusiones sobre el crecimiento a largo plazo, dado que las empresas reducen su capacidad de producción y los trabajadores desempleados abandonan la fuerza laboral y sus aptitudes críticas se deterioran. La débil demanda también provoca una caída del comercio, lo que se suma al crecimiento decepcionante de la productividad.

Del lado de la oferta, la desaceleración de la productividad y las tendencias demográficas adversas están frenando el crecimiento potencial, una tendencia iniciada antes de la crisis financiera mundial. Y dado que las expectativas de que el crecimiento sea más vigoroso en el futuro próximo son mínimas, las empresas tienen aún menos incentivos para invertir, lo cual daña la productividad y las perspectivas de crecimiento a corto plazo.

Las economías emergentes también han experimentado una desaceleración, aunque con respecto a un nivel de crecimiento excepcionalmente rápido en la última década. Por lo tanto, esta desaceleración es más bien una vuelta a la norma histórica. La evolución  dentro de las economías emergentes es bastante diversa. En 2015, por ejemplo, el PIB en dos de las cuatro economías más grandes de la región —China e India— creció  entre 7%-7½%, mientras que se contrajo cerca del 4% en las otras dos, Rusia y Brasil. Sin embargo, existen factores comunes importantes:

Uno de ellos es el reequilibramiento de la economía china desde la inversión hacia el consumo, y desde la demanda externa hacia la demanda interna. Si bien una economía china estable que crezca a tasas sostenibles es, en definitiva, favorable para la economía mundial, la transición es costosa para los socios comerciales que dependen de la demanda china para sus exportaciones. También puede con el tiempo provocar brotes de volatilidad financiera.

El segundo factor, vinculado al anterior, es el fuerte descenso de los precios de las materias primas, que ha afectado negativamente al ingreso disponible de muchos países exportadores de materias primas. El ajuste de los países exportadores de materias primas a esta nueva realidad será difícil y prolongado. En ciertos casos, requerirá un cambio de modelo de crecimiento.

El débil crecimiento mundial que interactúa con un aumento de la desigualdad está generando un clima político en el cual las reformas se estancan y los países recurren a políticas proteccionistas. En una amplia muestra representativa de economías avanzadas, el ingreso del 10% superior aumentó en alrededor del 40% en los últimos 20 años, mientras que creció de manera muy moderada en los grupos de ingreso más bajo (gráfico 2). La desigualdad también ha aumentado en muchas economías emergentes, aunque el impacto en los pobres a veces ha quedado neutralizado por un sólido crecimiento general del ingreso.

Es necesario aplicar medidas de política contundentes para evitar lo que podría convertirse en una trampa de bajo crecimiento. Estos son para mí los principales elementos de la agenda para reforzar el crecimiento mundial:

Primer elemento: El apoyo a la demanda en las economías que operan por debajo de su capacidad. En los últimos años, esta tarea se ha delegado principalmente en los bancos centrales. Pero la política monetaria está sometida a una presión cada vez mayor, dado que varios bancos centrales están operando con tasas de política monetaria que ya se encuentran en su límite inferior efectivo o cercana a este límite.

Esto significa que la política fiscal debe desempeñar un papel más importante. Donde exista margen de maniobra fiscal, las tasas de interés históricamente bajas brindan la excelente oportunidad de impulsar la inversión pública y actualizar la infraestructura.

Segundo elemento: Las reformas estructurales. Los países podrían hacer mucho más en este ámbito. Hace dos años, los miembros del G-20 se comprometieron a aplicar reformas que elevarían su PIB colectivo en un 2% adicional en 5 años. Sin embargo, en la evaluación más reciente, las medidas implementadas hasta la fecha equivalen como máximo a la mitad de esta cifra. Por lo tanto, es urgente aplicar más reformas. Los estudios del FMI muestran que las reformas son más eficaces cuando se focalizan en los ámbitos donde las brechas son más patentes y tienen en cuenta el nivel de desarrollo y la posición en el ciclo económico.

Tercer elemento: La revitalización del comercio mediante la reducción de los costos comerciales y la disminución de las barreras comerciales temporales. Es fácil culpar al comercio de todos los males que afectan a un país, pero frenar el libre comercio supondría paralizar un motor que ha permitido conseguir mejoras sin precedentes del bienestar en todo el mundo a lo largo de muchas décadas. Sin embargo, para que el comercio beneficie a todos, las autoridades económicas deberían ayudar a aquellos que se vean negativamente afectados a través de la recapacitación, el fortalecimiento de las capacidades, la asistencia profesional y la movilidad geográfica.

Por último, las políticas deben garantizar una distribución más amplia de los beneficios del crecimiento. Los impuestos y las prestaciones deberían reforzar los ingresos en los tramos inferiores y recompensar el trabajo. En muchas economías emergentes, es preciso fortalecer las redes de protección social. La inversión en educación puede mejorar la productividad y las perspectivas de los trabajadores de salarios bajos.

Hace falta valentía política para implementar esta agenda. Sin embargo, si no se toman medidas se corre el riesgo de revertir la integración económica mundial, y por lo tanto paralizar un motor que, durante décadas, ha creado y distribuido riqueza en todo el mundo. Este riesgo es, en mi opinión, demasiado grande.

EPN con séquito de 12, destaca la actriz exclusiva de televisa en protagónico de primera dama

Por otro lado, con base en el comunicado 379 de la Secretaría de Relaciones Exteriores, el G20 es el foro internacional más importante para la toma de decisiones sobre la gobernanza económica global, con el valor agregado de incluir tanto a países desarrollados como a economías emergentes.

Su objetivo es fortalecer el sistema financiero internacional y lograr que la economía mundial crezca de manera fuerte, sostenida y equilibrada.

En 2016, la Presidencia del grupo corresponde a China, cuyas prioridades son abrir nuevas rutas para el crecimiento económico, lograr una gobernanza económica y financiera global más efectiva y eficiente, robustecer el comercio internacional y la inversión, y alcanzar un desarrollo incluyente e interconectado.

La temática de la Cumbre de Hangzhou se centra en establecer las bases para una economía mundial innovadora, fortalecida, interconectada e incluyente.

El Presidente Peña Nieto participará, junto con los demás Líderes del G20, de los países invitados y de organismos internacionales, en cinco sesiones de trabajo, en las que se dialogará los siguientes temas:
La situación de la economía mundial y el papel de la innovación, la economía digital, la nueva revolución industrial y las reformas estructurales en el crecimiento económico.

La reforma y regulación de la arquitectura financiera global, el financiamiento verde, la política fiscal y la cooperación internacional en materia tributaria, la gobernanza energética y la lucha contra la corrupción.

El crecimiento del comercio internacional, el fortalecimiento del sistema multilateral de comercio, las políticas globales de inversión y la promoción de cadenas de valor incluyentes.

La contribución del G20 a la implementación de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible, la industrialización en África y en los países menos desarrollados, la política laboral y la seguridad alimentaria.

Otros asuntos que afectan a la economía mundial, como los retos globales de salud, los desplazamientos humanos, el cambio climático y la desarticulación de las redes transnacionales de financiamiento para el terrorismo.

Los temas que México impulsará de manera prioritaria en la Cumbre de Hangzhou son:

Destacar la importancia de las reformas estructurales como herramienta transformadora para elevar la productividad, detonar las oportunidades de crecimiento y hacer frente a los desafíos que presenta la economía mundial.

Contribuir a la reactivación del comercio internacional y reiterar el compromiso de los países del G20 de no instrumentar medidas proteccionistas.

Impulsar mecanismos que faciliten los flujos de inversión en infraestructura de alta calidad para mejorar la inclusión y la conectividad. 

Promover la inclusión financiera como estrategia para una participación efectiva y responsable de toda la sociedad en un sistema financiero sólido.

Impulsar la contribución colectiva del G20 a la implementación de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible.

Al terminar la Cumbre, los Líderes adoptarán una Declaración con el contenido de los principales acuerdos y compromisos alcanzados.

El presidente Peña Nieto viaja a China acompañado de los secretarios de Relaciones Exteriores, Claudia Ruiz Massieu; de Economía, Ildefonso Guajardo; del General de Brigada Roberto Miranda, Jefe del Estado Mayor Presidencial; del Vocero y Coordinador de Comunicación Social de la Presidencia, Eduardo Sánchez.

También se incluyeron al subsecretario de Relaciones Exteriores, Carlos de Icaza; Juan Carlos Baker, subsecretario de Comercio Exterior; de Carlos Pérez Verdía, Coordinador de Asesores de la Presidencia; del embajador de México en China, Julián Ventura; Ana Paola Barbosa, Jefa de la Oficina de la Canciller, y del CP Jorge Corona, Secretario Auxiliar del Presidente, y del director de Protocolo, Juan Carlos Lara.

Destaca la actriz exclusiva de televisa en su protagónico de primera dama, Angélica Rivera Hurtado de 47 años de edad.


El G20 es una plataforma estratégica para consolidar el papel de México como un actor con responsabilidad global, que contribuye de manera constructiva y al más alto nivel a atender los retos que enfrenta la economía mundial.

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