Arcano de la salud
La salud es un derecho humano: ¿Qué significa la cobertura sanitaria universal?
Trabajadoras médicas en el hospital de Shenzhen en China. Man Aihua
La mitad de la población mundial no cuenta con servicios básicos de salud y 100 millones de personas son arrastradas a la pobreza cada año intentando pagar por ellos. En México es el 36 por ciento. Esta es una violación del derecho humano a la salud. La cobertura sanitaria universal implica que todas las personas y comunidades reciban los servicios de salud que necesitan sin tener que pasar penurias financieras para pagarlos.
De la mesa de redacciónDe nuestra asociada RNU
El artículo 25 de la Declaración Universal de los Derechos
Humanos asegura que “toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que
le asegure, así como a su familia, la salud…”
Por su parte, la Constitución de la Organización Mundial de
la Salud afirma que “el goce del grado máximo de salud que se pueda lograr es
uno de los derechos fundamentales de todo ser humano”.
Sin embargo, unos 100 millones de personas de todo el mundo
son empujadas cada año a vivir por debajo del umbral de pobreza como
consecuencia de los gastos sanitarios, según datos anteriores a la pandemia de
COVID-19.
Además, los grupos vulnerables y marginados de las sociedades suelen tener que soportar una proporción excesiva de los problemas sanitarios cuando todas las personas deben poder ejercer el derecho a la salud, sin discriminación por motivos de raza, edad, pertenencia a grupo étnico u otra condición. La no discriminación y la igualdad exigen que los Estados adopten medidas para reformular toda legislación, práctica o política discriminatoria.
De los poco más de 126 millones de habitantes en México, 32 millones 760 mil, es decir, el 26% no tiene ninguna afiliación a servicios de salud, ya sea pública o privada, reveló el Censo de Población y Vivienda 2020, elaborado del 2 al 27 de marzo en 2020 por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).En el Censo del 2010 la población no afiliada representó 33.8% del total de habitantes del país, lo que quiere decir que en una década esta tasa bajó 7.6 puntos porcentuales, pese a las cifras maquilladas que presenta en cada mañanera Andrés Manuel López Obrador.
¿Qué es la cobertura sanitaria universal?
La cobertura sanitaria universal implica que todas las
personas y comunidades reciban los servicios de salud que necesitan sin tener
que pasar penurias financieras para pagarlos. Abarca toda la gama de servicios
de salud esenciales de calidad, desde la promoción de la salud hasta la
prevención, el tratamiento, la rehabilitación y los cuidados paliativos.
La cobertura sanitaria universal permite a todos acceder a
servicios que atienden las causas más importantes de las enfermedades y la
muerte, y asegura que la calidad de esos servicios sea suficientemente buena
para mejorar la salud de las personas que los reciben.
Proteger a las personas de las consecuencias financieras que
puede tener el pago de los servicios de salud reduce el riesgo de que se
empobrezcan a resultas de una enfermedad inesperada que exija la utilización de
los ahorros de toda una vida, la venta de bienes o el recurso a préstamos, que
pueden destruir su futuro y a menudo el de sus hijos.
Lograr la cobertura sanitaria universal es una de las metas
que se fijaron los países que adoptaron los Objetivos de Desarrollo Sostenible
en 2015. Los países que avanzan en su logro también lo harán hacia las demás
metas relacionadas con la salud y los demás Objetivos. La buena salud no solo
hace posible que los niños aprendan, los adultos se ganen la vida y la gente en
general escape de la pobreza, sino que también sienta las bases para el
desarrollo económico a largo plazo.
Un paciente recibe tratamiento contra la tuberculosis en
Lima. OMS/Joshua Cogan
¿Qué tienes que saber?
La cobertura sanitaria universal no incluye la cobertura
gratuita de todas las intervenciones sanitarias posibles, independientemente de
su costo, ya que ningún país puede permitirse ofrecer todos los servicios
gratuitamente de forma sostenible.
La cobertura sanitaria universal no se refiere únicamente a
la financiación de la salud: abarca todos los componentes del sistema de salud,
a saber, los sistemas de prestación de servicios de salud, el personal
sanitario, las instalaciones sanitarias o las redes de comunicación, las
tecnologías sanitarias, los sistemas de información, los mecanismos de garantía
de la calidad, la gobernanza y la legislación.
La cobertura sanitaria universal no solo tiene por finalidad
asegurar un conjunto de servicios de salud mínimos, sino también lograr la
ampliación progresiva de la cobertura de los servicios de salud y de la
protección financiera, conforme se disponga de más recursos.
La cobertura sanitaria universal no solo engloba los
servicios de tratamiento específicos, sino también incluye los servicios a la
población como las campañas de salud pública, la adición de flúor al agua, el
control de los lugares de reproducción de los mosquitos, entre otros.
La cobertura sanitaria universal comprende mucho más que
solo la salud. Adoptar medidas para alcanzar la cobertura sanitaria universal
equivale a adoptar medidas para lograr la equidad, las prioridades en materia
de desarrollo y la inclusión y cohesión sociales.
¿De qué manera pueden los países avanzar hacia la cobertura sanitaria universal?
Muchos países ya están avanzando hacia la cobertura
sanitaria universal. Todos los países pueden esforzarse por avanzar más
rápidamente hacia su consecución o por mantener los logros ya obtenidos. En los
países en que los servicios de salud son generalmente accesibles y asequibles,
los gobiernos tienen cada vez más dificultades para responder a las crecientes
necesidades sanitarias de su población y al aumento de los costos de los
servicios de salud.
Para avanzar hacia la cobertura sanitaria universal es
preciso fortalecer los sistemas sanitarios en todos los países. Es esencial
asimismo contar con estructuras de financiación sólidas. Si la gente tiene que
pagar la mayoría de los gastos de salud de su propio bolsillo, los pobres serán
incapaces de obtener muchos de los servicios que necesitan, e incluso los ricos
se verán expuestos a dificultades económicas en caso de enfermedad grave o
prolongada. El acopio de fondos procedentes de fuentes de financiación
obligatorias (como las contribuciones obligatorias al seguro médico) permiten
repartir los riesgos financieros relacionados con una enfermedad entre la
población.
La mejora de la cobertura de los servicios de salud y de los
resultados sanitarios depende de la disponibilidad, accesibilidad y capacidad
de los trabajadores sanitarios de proporcionar una atención integrada de
calidad centrada en las personas. Las inversiones en personal de salud primaria
son muy necesarias y resultan costo-eficaces para mejorar la equidad en el
acceso a los servicios de salud esenciales. Otros elementos fundamentales son
la buena gobernanza, la existencia de sólidos sistemas de adquisición y
suministro de medicamentos y tecnologías sanitarias, y de sistemas de
información sanitaria eficientes.
En la cobertura sanitaria universal no solo es importante
determinar qué servicios están cubiertos sino de qué manera se financian,
gestionan y prestan. Es preciso cambiar radicalmente la prestación de los
servicios con el fin de asegurar que se integre y focalice en las necesidades
de las personas y comunidades.
Esto conlleva la reorientación de los servicios de salud que
asegure que la atención se preste en el contexto más apropiado, con un justo
equilibrio entre la atención a los pacientes externos e internos y el
fortalecimiento de la coordinación de esa atención. Los servicios de salud,
incluidos los servicios de la medicina tradicional y complementaria, que se
organizarán en función de las necesidades y expectativas generales de las
personas y comunidades, contribuirán a asegurar que estas desempeñen un papel
más activo en su salud y sistema de salud.
Mali pone en marcha su programa de vacunación contra el
COVID-19en Bamako con 396.000 dosis de vacunas suministradas en el marcodel
mecanismo COVAX. UNICEF/Seyba Keïta
¿Se puede medir la cobertura sanitaria universal?
Sí. El seguimiento de los progresos realizados hacia la
consecución de la cobertura sanitaria universal debe centrarse en dos datos:
la proporción de la población que puede tener acceso a
servicios de salud esenciales de calidad
la proporción de la población que gasta sumas importantes
del presupuesto familiar en la salud
La Organización Mundial de la Salud ha elaborado,
conjuntamente con el Banco Mundial, un marco que permite evaluar los avances en
la cobertura sanitaria universal mediante el seguimiento de ambas categorías,
que tiene en cuenta tanto el nivel general como la medida en la que es
equitativa, ofrece una amplia gama de servicios y protección financiera a todas
las personas de un grupo de población determinado, como los pobres o las
personas que viven en zonas rurales remotas.
La agencia de la ONU utiliza 16 servicios de salud
esenciales como indicadores del nivel y la equidad de la cobertura en los
países, que agrupa en cuatro categorías, a saber:
Salud reproductiva, de la madre, el recién nacido y el niño:
planificación familiar
atención durante el embarazo y el parto
inmunización infantil completa
comportamiento de búsqueda de atención de salud en caso de
neumonía.
Enfermedades infecciosas:
tratamiento de la tuberculosis
tratamiento de la infección por el VIH con antirretrovíricos
tratamiento de la hepatitis
uso de los mosquiteros tratados con insecticida para la
prevención del paludismo
saneamiento adecuado
Enfermedades no transmisibles:
prevención y tratamiento de la hipertensión arterial
prevención y tratamiento de la hiperglucemia
detección del cáncer cervicouterino
(no) consumo de tabaco
Servicios: capacidad y acceso:
acceso a servicios hospitalarios básicos
densidad de personal sanitario
acceso a los medicamentos esenciales
seguridad sanitaria: cumplimiento del Reglamento Sanitario
Internacional
Como cada país es único, cada uno puede centrar su labor en
diferentes esferas o concebir sus propios medios para evaluar los progresos
realizados en a la consecución de la cobetura sanitaria universal. Sin embargo,
cabe considerar también la utilidad de un enfoque mundial que se basa en
medidas normalizadas y reconocidas internacionalmente que faciliten la
comparación entre los países a lo largo del tiempo.
Un cartel contribuye a disipar los mitos sobre la vacunaCOVID-19 en Nueva Delhi, India. UNICEF/Sujay Reddy
¿Qué hace la Organización Mundial de la Salud en este sentido?
La cobertura sanitaria universal tiene su sólido fundamento
en la Constitución de la OMS de 1948, en la que se declara que la salud es un
derecho humano fundamental y se adquiere el compromiso de garantizar a todos
los más altos niveles posibles de salud.
El director general de la Organización Mundial de la Salud,Tedros Adhanom Gebreyesus, durante la inauguraciónde la Asamblea Mundial de la
Salud. ONU/Christopher Black
Esta agencia de la ONU apoya a los países para que
desarrollen sistemas de salud que les permitan conseguir y sostener la
cobertura sanitaria universal, así como evaluar los progresos realizados. Ahora
bien, la Organización no trabaja de forma aislada, sino que colabora con
diferentes socios en situaciones muy diversas y con distintos fines, con miras
a promover la cobertura sanitaria universal en todo el mundo. Las alianzas en
las que participa son entre otras:
- UHC 2013
- Alianza para la Investigación en
Políticas y Sistemas de Salud
- Red P4H de Protección Social en Salud
- Alianza entre la Unión Europea/Luxemburgo y la OMS
para la cobertura sanitaria universal
- Iniciativa sobre el rendimiento de la atención
primaria de la salud
Todos los países pueden hacer más para mejorar los resultados sanitarios y afrontar la pobreza mediante el aumento de la cobertura de los servicios de salud y la reducción del empobrecimiento ocasionado por el pago de los servicios de salud.
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