De la Mesa de Redacción Rafael Castilleja
De Arcano Político
Redujo el Banco Mundial este 26 de enero, a 37 dólares
estadounidense su proyección del precio del petróleo crudo para 2016, en la
última edición del informe Commodity Markets Outlook (Perspectivas del mercado
de productos básicos) publicado en Washington. En octubre había proyectado un
precio de 51 dólares por barril.
La baja en la proyección refleja varios factores
relacionados con la oferta y la demanda: el hecho de que las exportaciones de
la República Islámica de Irán hayan recomenzado antes de lo previsto; la mayor
resiliencia de la producción estadounidense a causa de los recortes de gastos y
las mejoras en la eficiencia, el invierno moderado del hemisferio septentrional
y la debilidad de las perspectivas de crecimiento de las principales economías
de mercados emergentes, de acuerdo con el último informe trimestral del Banco
Mundial.
El precio del petróleo cayó un 47 % en 2015, y se espera una
baja adicional, en términos de promedio anual, del 27 % en 2016. Sin embargo,
se prevé una recuperación gradual a lo largo del año respecto de los bajos
niveles actuales, por varias razones.
En primer lugar, todo indica que la marcada caída del precio
del petróleo de principios de 2016 no está totalmente justificada por las
variables fundamentales de la demanda y la oferta, y es probable que se
revierta en parte.
En segundo lugar, se espera que los productores de petróleo
con costos altos sigan registrando pérdidas y que realicen cada vez más
recortes en la producción, que probablemente compensen toda capacidad adicional
que ingrese al mercado. En tercer lugar, se espera un repunte parcial de la
demanda, tras una recuperación moderada en el crecimiento mundial.
Según las previsiones, la recuperación en el precio del
petróleo será menor que los repuntes que llegaron tras las caídas abruptas de
2008, 1998 y 1986. Las perspectivas de los precios siguen sujetas a importantes
riesgos a la baja.
“Es probable que los precios del petróleo y de los productos
básicos se mantengan en niveles bajos durante algún tiempo”, comentó John
Baffes, economista superior y autor principal del informe Commodity Markets
Outlook. “Si bien consideramos que es posible que los precios suban levemente
en los próximos dos años, aún persisten grandes riesgos de deterioro”.
Más allá de los mercados de petróleo, se espera que los
índices de precios de los principales productos básicos bajen en 2016, debido a
que la oferta sigue siendo elevada y, en el caso de las materias primas
industriales, a causa de la desaceleración de la demanda en las economías de
mercado emergentes.
En total, se corrigieron a la baja las proyecciones para el
presente año de los precios correspondientes a 37 de los 46 productos básicos
que analiza el Banco Mundial.
Las economías de mercado emergentes fueron la principal
fuente de crecimiento de la demanda de productos básicos desde el año 2000. Por
esa razón, el deterioro de las perspectivas de crecimiento de esas economías
está afectando los precios de las materias primas.
Una nueva desaceleración en los principales mercados
emergentes reduciría el crecimiento de los socios comerciales y la demanda
mundial de productos básicos.
“Los bajos precios de
los productos básicos son un arma de doble filo: los consumidores de los países
importadores se benefician, pero los productores de los países exportadores
netos sufren”, señaló Ayhan Kose, director del Grupo de Análisis de las
Perspectivas de Desarrollo del Banco Mundial.
“Se necesita tiempo para que los beneficios de una baja en
los precios de los productos básicos se transformen en un crecimiento económico
más sólido entre los importadores, pero los exportadores de materias primas
sufren las consecuencias inmediatamente”.
Se espera que los precios no relacionados con la energía
bajen un 3,7 % en 2016, con una reducción del 10 % en los metales tras una
caída del 21 % en 2015, a causa de la merma en la demanda de las economías de
mercado emergentes y las mejoras en términos de nueva capacidad.
Según las previsiones, los precios agrícolas bajarán un 1,4
%, con recortes en casi todos los principales grupos de productos básicos, lo
que refleja perspectivas de producción adecuadas a pesar de los temores
relacionados con el fenómeno El Niño, niveles aceptables de reservas, una baja
en el costo de la energía y la estabilización de la demanda de biocombustible.
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