Utopía
Por Eduardo IBARRA AGUIRRE
Para Arcano Radio
Donald John Trump participó por primera vez como orador en
la Asamblea General de la ONU. Lo hizo como en los peores tiempos de la Guerra
fría, misma en la que nunca estuvo ausente la confrontación bélica entre dos y
más naciones. Y fue a la Organización de las Naciones Unidas a amenazar a
Estados soberanos, soberanía que dice respetar y tener como ideal, pero los
amenazados tienen en común, curiosa y causalmente, ser presidentes que impugnan
las políticas imperialistas de Washington y que, por tanto, no se someten a sus
objetivos geopolíticos e intereses de dominación global.
El discurso del magnate que confunde los negocios familiares
con despachar en la Casa Blanca, recuerda el planteamiento de Ronald Reagan, el
actor mediocre que gobernó California y enseguida Estados Unidos (1981-1989) y
que era nativo de Tampico, Illinois, por su visión maniquea de la política
mundial, reducida al “Eje del mal” y el “Eje del bien”, liderado éste por EU.
Sólo que Ronald Wilson tenía como formidable contrapeso a la
Unión Soviética que constituyó un freno al expansionismo del complejo militar
industrial bien representado, entonces como ahora, en la Oficina Oval, el
Pentágono y el Departamento de Estado.
Allí está como evidencia que mientras Donald John arremetía
contra los gobiernos de Corea popular (Kim Yong-un), Cuba (Raúl Castro), Irán
(Hasán Rouhaní) y Venezuela (Nicolás Maduro), llenó de elogios a la
corruptísima y autoritaria petrocracia que gobierna Arabia Saudita, y dijo
sentirse “honrado” por la visita que realizó en mayo y en la que se concretaron
compras de armas a EU por ¡110 mil de millones de dólares! El mayor negocio
armamentista realizado por las trasnacionales gringas y suscrito por Trump.
Así quiere y necesita el imperio estadunidense que los
gobernantes de los 193 países integrantes de la ONU actúen como compradores de
armas, obedientes a las órdenes de Washington, reproductores de sus
entendederas sobre la paz mundial, la democracia, la libertad y el libre
comercio.
De acuerdo con versiones de EFE y Reuters, Trump advirtió en
medio de fuertes murmullos en la sala de sesiones, que EUA se verá obligado a
“destruir totalmente a Norcorea” a menos que frene su programa de armas
nucleares. Sentenció que el de Irán “es un gobierno asesino con una dictadura
corrupta”, y que el acuerdo nuclear con esa nación “es una vergüenza” para USA.
Aseguró que “Venezuela está al borde del colapso total” y EU está listo para
adoptar nuevas medidas si el presidente Nicolás Maduro “persiste en su camino
para imponer un régimen autoritario”. Juró que “seguirá el embargo” económico y
comercial a Cuba, política fracasada que sólo cuenta con el respaldo de Israel
en la Asamblea General. Y Benjamín Netanyahu aplaudía con entusiasmo.
El mensaje es clarísimo, en la dizque “era Trump” no hay
espacio para la disensión con la geopolítica estadunidense para ningún país que
no sea potencia global, como China y Rusia, en un mundo tripolar que a EU, un
imperio en pronunciado retroceso, le cuesta mucho trabajo asumir.
La pregunta es si el republicano voluntarioso y parlanchín,
por no decir hocicón, que confunde sus deseos con la realidad, está en
condiciones de convertir sus enésimas amenazas en políticas oficiales, cuando
goza del más bajo apoyo ciudadano estadunidense en la historia, con muchísimos
procedimientos jurídicos en contra de sus contadas decisiones y cuando empieza
a perder respaldo hasta en su base electoral dura, ultraconservadora.
Mi opinión es que no puede, pero entre más aislado se
encuentre más peligroso se vuelve el plutócrata Trump.
Acuse de recibo
Comenta Heriberto Lugo en SDP Noticias: “La verdad, las
prisas por avanzarle lo más que se pueda al NAICM, aunque implique no compactar
bien el subsuelo (a ver si al rato un socavón no se traga un jet), aunque implique
que al rato haya cuarteaduras en los edificios, como en la T-2 del ‘Benito
Juárez’ construida por, asómbrese usted, ICA, aunque se inunde porque los
drenajes no funcionan adecuadamente, aunque la torre de control al rato esté
como la Torre de Pisa, es para que, en caso de que las peores pesadillas de
muchos se vuelvan realidad, el 1 de diciembre de 2018 cuando el presidente AMLO
tome posesión, la obra lleve tal grado de avance que sea poco menos que
imposible cancelarla…” (NAICM, retrasos e improvisación, 15-IX)… Jaime Jasso,
también en SDPN: “Se les va caer el negocio por ignorantes y pendencieros. La
madre Naturaleza se lo va a cobrar caro a estos asesinos de la vida humana. No
saben o no quisieron saber que hacer un aeropuerto en lo que fue y es el lago
de Texcoco, es una insensatez que si viviéramos en otro país a todos esos que
piensan que destruyendo lo que deberíamos conservar, ya estarían sufriendo
demandas por tan grande ecocidio y estarían ya en la cárcel…” Para leer: Dar
esperanza, otro Brasil es posible: Lula (Brasil de Fato); Petras: Las sanciones
de USA no funcionan (www.ivoox.com). Enlaces:
@IbarraAguirreEd
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