Utopía
Por Eduardo IBARRA AGUIRRE
Para Arcano Radio
Por primera vez desde 1969 no reedito la costumbre de ver y
escuchar el Informe presidencial. Aquél fue el penúltimo de Gustavo Díaz Ordaz
y el del sábado de Enrique Peña Nieto. Lo registro no porque a alguien le
interese, sino porque los 15 minutos que vi del acto faraónico realizado en
Palacio Nacional, el sábado 2, estuvo plagado de aplausos y ovaciones que
dejaron las manos enrojecidas al flamante presidente del Senado –por la gracia
del pacto de EPN con Felipe Calderón y que trascenderá a todas las alineaciones
conocidas con vistas a la sucesión de junio próximo– y Diego Fernández. La
memoria sobre el aplausómetro del 69 y su cotejo con 2017 me llevan a hacer la
comparación. Nada más
Bueno, 48 años después ¿quién se atreve en público a
defender y menos ovacionar a Díaz? ¿Y quién lo intentará en 2065 con Peña? Si
acaso sus nietos y bisnietos. Sin embargo, en Palacio se le vio pleno, feliz,
como si los reconocimientos recibidos por sus compañeros de grupo y gobierno,
amigos y socios no estuvieran cruzados por la sucesión que el jueves destapó
una exitosa operación presidencial que reposicionará al partido del gobierno,
el PRI, en la puja por la silla presidencial; fracturará más de lo que ya está
al instituto administrado por 11 familias, incluidas las de Calderón y
Margarita Zavala, el PAN; apuntalará a ésta como candidata a La Grande y
derribará al nonato frente amplio democrático.
La magna operación político-electoral de Peña sí es para
ovacionarse como una gran maniobra política que oxigenará al Revolucionario
Institucional y podría mandar al tercer sitio al partido de Margarita y
dividirlo todavía más. O acaso ese era el trasfondo de los aplausos.
Como la oferta (la propaganda, dicen los vendedores) de que
dentro de ¡20 años! México será una potencia económica con altos niveles de
bienestar. Sueño que ofreció Carlos Salinas (1988-94) con la promesa de llevar
al país al “primer mundo”. ¡Y lo llevó! Pero sólo a sus familiares, socios y
amigos a los que enriqueció brutalmente. Allí está Pedro Aspe, para el que “la
pobreza es un mito genial” y ahora es un plutócrata. O como el soldadito de
plomo quien decretó “a lo borras” la guerra al crimen organizado, y juraba que
en 2035 México sería “la quinta economía del mundo”.
No hay novedad. Son ofertas que no sirven ni al oferente
presidencial. Además, el maestro en administración de empresas, sin título
–dicen sus nuevos críticos que tanto lo defendieron–, no sabe o su gurú no le
informa que no es indispensable ser “potencia económica” para lograr altos
niveles de bienestar, como lo evidencian Dinamarca, Finlandia, Noruega y
Suecia.
Excelente que la economía mexicana esté por ofrecer el
empleo número 3 millones en un lustro, que exporte más productos
agroalimentarios de los que importa por primera vez en 20 años, que la
inversión extranjera no tiene precedente, que la pobreza a secas y extrema esté
a la baja, que ya es una destino turístico muy importante, se “consolida como
una potencia emergente” y todo lo que se festeja con singular optimismo en 1
574 páginas (680 de texto y 894 de estadísticas). Y en el “resumen ejecutivo”
de 160 cuartillas.
Sólo que la primera meta nacional de las cinco que ofreció
Peña, “México en paz”, arrojó la cifra sin precedente de 104 602 homicidios en
cinco años. Las otras cuatro son “incluyente, con educación de calidad,
próspero y con responsabilidad global”. 9 millones de mexicanos en la miseria
no avalan como predominante tal característica. Y menos la subordinación de la
política exterior mexicana a los intereses y objetivos geopolíticos de Estados
Unidos, lo hacen un país y gobierno “con responsabilidad global”.
Acuse de recibo
De Silvia Wybo sobre el texto Mucho ayuda el que no estorba
(1-IX): “Trump no quiso o no quiere firmar el pacto para el cambio climático porque
dos empresas de carbón en EU, las más grandes, le dieron billones de dólares
para que no lo hiciera. Si lo hace, éstas truenan. Esto lo dijo un Premio Nobel
de Economía en la reunión que tuvieron con Stephen Hawking en Noruega”… Otra:
“Qué bella Utopía. Qué bueno que están bien los suyos. Qué bueno es leerlo,
buen augurio para que el proyecto Libertad de Expresión Yucatán no fenezca.
María Teresa Menéndez Monforte”… Jorge Meléndez Preciado presentó al Grupo
María Cristina su más reciente libro: Después de la letra la palabra,
Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, 2016, 418 páginas… Para leer: Pemex
eludió el ISR con empresas offshore (Nancy Flores); Gobernadores y ex que están
en desgracia (José Sobrevilla); Aprender de Marx 150 años después (Pablo
Cabañas Díaz); Ante el TLC, China duda: Calderoni Arroyo (Gerardo Yong): Nuño
regaló al SNTE 1 080 millones de pesos (Nancy Flores); Jóvenes, factor decisivo
en comicios de 2018 (Montserrat Antúnez Estrada); Litigando en los medios,
tesis de Yazmín Lujano (José Sobrevilla); 1 517 agresiones contra periodistas
con Peña (Nancy Flores). Enlaces:
@IbarraAguirreEd
No hay comentarios:
Publicar un comentario