* Amenazada la diversidad cultural por extremistas: Bokova
De la Mesa de Redacción Rafael Castilleja
De Arcano Político
Museo Nacional de las Culturas del Mundo, afitrión del Seminario "La partería tradicional en la prevención de la violencia obstétrica". |
Mueren al año 287 mil mujeres en el mundo por complicaciones
en el embarazo y el parto y 2.9 millones de recién nacidos mueren antes del
primer mes y que son prevenibles, con base en las cifras de la Organización
Mundial de la Salud, dijo en la Ciudad de México la mañana de este viernes 18
de mayo, Luis Raúl González Pérez, ombudsman mexicano.
En Paris, la búlgara Irina Bokova, directora general de la
UNESCO, advirtió que “la diversidad cultural, se enfrenta a una amenaza cada
vez mayor. En todo el mundo, los extremismos violentos han puesto el punto de
mira sobre las minorías culturales y han destruido nuestro patrimonio común
para debilitar los vínculos fundamentales entre los pueblos y su historia. En
una esfera diferente, el desarrollo urbano sin control amenaza con uniformizar
nuestras ciudades, reduciendo su diversidad social y su identidad”.
Para leer el mensaje de la búlgara Irina Bokova, directora
general de la UNESCO, haga clic:
El presidente de la Comisión Nacional de los Derechos
Humanos disertó en el Seminario “La partería tradicional en la prevención de la
violencia obstétrica” en el Museo Nacional de las Culturas del Mundo, en la
calle de Moneda 13 en el Centro Histórico de la Ciudad de México.
Participan expertos de México, Canadá y Colombia, para
conmemorar el Día Mundial de la Diversidad Cultural para el Diálogo y el
Desarrollo, que se conmemora el 21 de mayo con base en la resolución 57/249
Documento de diciembre de 2002.
Indicó que en México, según datos del Observatorio de
Mortalidad Materna, en ese mismo año se presentaron un total de 1,012 muertes
maternas, lo que representa 39 defunciones maternas por cada 100 mil nacidos
vivos. La mayoría de estas muertes, en gran medida prevenibles, se producen en
países de bajos ingresos y en zonas rurales y pobres.
Señaló que hacer
efectivo el derecho a la salud de las mujeres forma parte de la Agenda 2030
para los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que, mediante 17 Objetivos,
busca acabar con la pobreza extrema; luchar contra la desigualdad y la
injusticia; y asegurar la sostenibilidad medioambiental del planeta.
Añadió: Concretamente del Objetivo 3. sobre Garantizar una
vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades, y del
Objetivo 5. relativo a Lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas
las mujeres y las niñas, han derivado dos metas concretas en materia de salud
sexual y reproductiva: 1) reducir la mortalidad materna a menos de 70 por cada
cien mil nacidos vivos, y; 2) garantizar el acceso universal a los servicios de
Salud Sexual y Reproductiva.
Arcano Radio, asociada a Radio naciones Unidas y a Radio Francia Internacional y afiliada a La Voz de América, otra forma de escuchar para ver el mundo en busca de la verdad, desde la cabina de transmisión Gilberto Armienta Calderón, les comparte las palabras del número uno de la CNDH:
En el marco del Día Mundial de la Diversidad Cultural para
el Diálogo y el Desarrollo, que se conmemora el 21 de mayo, la Comisión
Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) agradece al Instituto Nacional de
Antropología e Historia (INAH), la posibilidad de realizar el Seminario La
Partería Tradicional en la Prevención de la Violencia Obstétrica, en este bello
y significativo recinto: el Museo Nacional de las Culturas del Mundo.
También reconoce y da la bienvenida a las parteras mexicanas
de diversos estados del país, así como a las parteras de Canadá y de Colombia
que nos acompañan. Gracias a todas ellas por estar y por compartirnos sus
importantes conocimientos y amplias experiencias.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, para
reducir la mortalidad materno-infantil, los países del orbe necesitarían un
mínimo de seis profesionales de la salud, con conocimientos de partería por
cada 1,000 nacidos para que el 95% de las mujeres sean atendidas durante el
parto.
Este mismo organismo señala que cifras del 2014, indican que
aproximadamente 287 mil mujeres mueren cada año en el mundo por complicaciones
en el embarazo y el parto; 2.9 millones de recién nacidos mueren antes del
primer mes. En México, según datos del Observatorio de Mortalidad Materna, en
ese mismo año se presentaron un total de 1,012 muertes maternas, lo que
representa 39 defunciones maternas por cada 100 mil nacidos vivos. La mayoría
de estas muertes, en gran medida prevenibles, se producen en países de bajos
ingresos y en zonas rurales y pobres.
Hacer efectivo el derecho a la salud de las mujeres forma
parte de la Agenda 2030 para los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que,
mediante 17 Objetivos, busca acabar con la pobreza extrema; luchar contra la
desigualdad y la injusticia; y asegurar la sostenibilidad medioambiental del
planeta. Concretamente del Objetivo 3. sobre Garantizar una vida sana y
promover el bienestar para todos en todas las edades, y del Objetivo 5.
relativo a Lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres
y las niñas, han derivado dos metas concretas en materia de salud sexual y
reproductiva: 1) reducir la mortalidad materna a menos de 70 por cada cien mil
nacidos vivos, y; 2) garantizar el acceso universal a los servicios de Salud
Sexual y Reproductiva.
Es compromiso del Estado mexicano cumplir con la Agenda 2030
de la ONU con medidas de protección a los grupos vulnerables, entre ellos,
mujeres y niñas, garantizando entre otros derechos, el acceso oportuno a
servicios de salud. En particular, la salud sexual y reproductiva debe ocupar
un lugar primordial en la agenda y debe ser atendida desde una perspectiva de
derechos humanos y género.
El grave problema de la mortalidad materna está asociado con
diversos factores, como las condiciones de pobreza que impiden a las mujeres el
acceso a servicios médicos de calidad y calidez durante el parto; el lamentable
embarazo en adolescentes o la discriminación y la desigualdad de género,
vinculadas a prácticas nocivas para los derechos reproductivos de las mujeres,
como la violencia obstétrica.
La partería tradicional es una práctica regular y exitosa en
zonas rurales e indígenas. Esta práctica milenaria podría resultar una
estrategia efectiva para prevenir la violencia obstétrica.
En nuestro país, según cifras del Subsistema de Información
sobre Nacimientos (SINAC), durante 2014 ocurrieron 2 millones 177 mil 319
nacimientos. De este total de nacimientos, 30,133 fueron atendidos por parteras
que, según registros de la Secretaría de Salud, suman más de 15,000 en el país.
No obstante, existen diversos problemas, como el acceso al
certificado de nacimiento, que impide en los hechos el reconocimiento a la
partería tradicional en México. Esto representa un desafío para el Estado
mexicano, para valorar cultural y jurídicamente el conocimiento tradicional de
los pueblos y comunidades indígenas, y el derecho de las mujeres sobre su
cuerpo y sus ciclos reproductivos.
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos reconoce la
contribución de los conocimientos tradicionales de las parteras a la protección
de la salud reproductiva y como salvaguarda de la cultura ancestral de las
comunidades y de los pueblos originarios de México. En la partería tradicional
se encuentra un valioso conocimiento que forma parte del patrimonio cultural de
nuestro país y que ha mostrado su eficacia, pues qué mejor que mujeres ayudando
a otras mujeres.
Es necesario fortalecer un enfoque de género e intercultural
que promueva las buenas prácticas –algunas ya existentes en el sector Salud—,
al mismo tiempo que se promueva el reconocimiento de los saberes ancestrales de
las mujeres, entre pares y donde son las propias comunidades las que dotan de
autoridad a las parteras.
Se requiere también de un enfoque interdisciplinario que
incorpore a las distintas disciplinas que tiene una nación pluricultural como
México, así como un enfoque de derechos humanos, donde las organizaciones
civiles y los organismos públicos de derechos humanos convergen en un espacio
de denuncia y vigilancia, para disminuir la violencia obstétrica.
Para la Comisión Nacional es primordial que el Estado promueva el
respeto al conocimiento tradicional de la partería y sus protagonistas; es un
acto de congruencia con el derecho a la identidad cultural, a la preservación
del patrimonio inmaterial de los pueblos y comunidades indígenas y, a la salud
sexual y reproductiva de las mujeres
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