De la Mesa de Redacción
De nuestra afiliada La Voz de América
La congresista republicana Ileana Ros-Lehtinen, y el
demócrata Eliot Engel, miembros de la Comisión de Relaciones Exteriores de la
Cámara de Representantes, urgieron al gobierno de Donald Trump a usar “su voz,
voto, e influencia” en el Consejo de Seguridad de la ONU para presionar a
Venezuela frente el deterioro de la situación humanitaria en el país.
Su llamado coincidió con el de los gobiernos de ocho
naciones latinoamericanas que condenaron el uso "excesivo de la
fuerza" en contra de civiles en Venezuela, luego de que un dirigente
estudiantil y un policía murieron el jueves en medio de una ola de protestas
contra el presidente Nicolás Maduro.
También con la legislación propuesta el miércoles por un
grupo bipartidista de 15 senadores estadounidenses, encabezado por los
senadores Ben Cardin y Marco Rubio, en respuesta a la crisis que vive
Venezuela.
Con los dos fallecidos del jueves ya suman 36 los muertos en
un mes de manifestaciones en Venezuela, con las que la oposición presiona.
Ros-Lehtinen señaló en una declaración que “la situación en
Venezuela es cada día más grave, con el rápido empeoramiento de la escasez de
alimentos y medicina y un aumento en la violencia y el hostigamiento contra los
manifestantes pacíficos”.
“Este esfuerzo bipartidista insta a la administración
imponer nuevas sanciones contra funcionarios del régimen que realizan o
autorizan la violencia, también contra las autoridades responsables del despojo
inconstitucional de poder de la Asamblea Nacional y represión y encarcelamiento
de presos políticos”, dijo la congresista, quien es presidente emérita de la
Comisión.
En una declaración aparte, Engel apuntó que “es un día
triste" cuando hay que pedirle a las Naciones Unidas ayuda humanitaria
para Venezuela. "Lamentablemente, no hay plata que pueda resolver los
problemas de Venezuela, y el camino para salir del desastre creado por las
políticas fallidas de los presidentes Chavez y Maduro será largo y complicado.
Pero debemos seguir apoyando al pueblo venezolano y hacer todo lo posible para
apoyar su acceso a alimentos y medicinas que necesitan desesperadamente”.
Engel añadió que es necesario “continuar usando nuestras
herramientas de política exterior —incluyendo sanciones especificas— para hacer
que los violadores de los derechos humanos en ese país se hagan responsables.”
Casi en los mismos términos se expresaron los gobiernos de
Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México y
Paraguay.
“Deploramos el deterioro de la situación interna y el
recrudecimiento de la violencia en la República Bolivariana de Venezuela, que
desde el 6 de abril ha dejado un creciente número de muertos y cientos de
heridos", dijo la cancillería mexicana en un comunicado a nombre de los
ocho países.
Los países firmantes del comunicado también instaron al
mandatario venezolano a cumplir "el calendario electoral, liberar los
presos políticos y restituir las funciones de la Asamblea Nacional".
Los cancilleres de la Organización de Estados
Americanos(OEA) planean reunirse el 21 o 22 de mayo para fijar una posición
sobre la crisis en Venezuela, cuyo gobierno cuenta con el apoyo de Cuba,
Ecuador y Bolivia y otros aliados del Caribe.
Venezuela inició la semana pasada su retiro formal de la OEA
tras entregar una carta firmada por Maduro en la que acusó al secretario
general de la organización, Luis Almagro, de ser un "grosero agresor"
contra el país sudamericano.
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