De la Mesa de Redacción Rafael Castilleja
De Arcano Político
Insta a los Estados y otros interesados este martes 16 de
mayo un grupo de expertos internacionales y de las Naciones Unidas en derechos
humanos en Ginebra, Banjul, Estrasburgo y Washington, a que protejan a niños y
adolescentes trans y de género diverso de forma efectiva contra la
discriminación, la exclusión, la violencia y el estigma.
El Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la
Bifobia, celebrado en 2005 por primera vez el 17 de mayo, para conmemorar la
eliminación en 1990 de la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales
por parte de la Asamblea General de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El grupo de expertos pide a Estados y grupos interesados a
que fomenten entornos familiares propicios para las personas trans y de género
diverso.
“Instamos a los Estados de todo el mundo a que adopten un
marco jurídico y normativo, con medidas de aplicación integrales, a fin de
proteger los derechos de los jóvenes trans y de género diverso, respetando la
diversidad de género, y posibilitar la plena realización de su potencial.
Revisten fundamental importancia los principios de igualdad
y no discriminación, el derecho a la vida, la supervivencia y el desarrollo, el
interés superior de la niño y el respeto de sus puntos de vista. Las
familias desempeñan un papel crucial en la creación de un entorno seguro y
afectuoso –un refugio– para los niñas/os/es y adolescentes trans y de género
diverso.
Lamentablemente, en algunas familias, niñas/os/es y
adolescentes trans y de género diverso son todavía estigmatizados, se les hace
el vacío, se les margina y se les rechaza. Muchos de esos niñas/os/es corren el
riesgo de ser víctimas de violencia física, sexual y psicológica, e incluso de
los llamados “crímenes de honor”, en entornos comunitarios y en su propia
familia.
Las/os/es niñas/os/es y adolescentes trans y de género
diverso también son más vulnerables a la violencia en la escuela (acoso) y a la
exclusión en la clase, en los juegos, en los baños y en los vestuarios, camino
a la escuela y a casa y en la red (ciberacoso).
Un entorno hostil puede, lamentablemente, llevar a
estudiantes trans y de género diverso a abandonar la escuela y la familia a una
edad temprana. Quedan expuestos a la carencia de hogar, a los mercados
laborales informales, a la economía delictiva, a ser objeto del uso de perfiles
por la policía y a un ciclo de pobreza, marginación y más discriminación y
violencia para el resto de su vida.
Instamos a los Estados a que adopten y apliquen medidas para
prohibir la violencia, así como leyes contra la discriminación que abarquen la
identidad y la expresión de género y la orientación sexual, tanto real como
percibida, como motivos prohibidos de
discriminación, a que elaboren programas de enseñanza y material didáctico
incluyentes, a que capaciten y apoyen a los docentes y demás personal escolar,
a que ofrezcan programas de educación y apoyo para padres y madres, a que
proporcionen acceso seguro y no discriminatorio a los baños y a que lleven a
cabo programas de concientización para cultivar el respeto y la comprensión de
la diversidad de género.
El rechazo deja a las/os/es niñas/os/es y adolescentes trans
y de género diverso más expuestos a padecer problemas de salud mental, como
sentimientos de aislamiento y depresión, pudiendo desembocar en lesiones
autoinfligidas y al suicidio. Por lo tanto, es crucial crear espacios seguros y
propicios donde estas personas jóvenes puedan recibir apoyo directamente para
ayudarles a abordar los prejuicios y la discriminación que puedan enfrentar.
Por otra parte, la mera existencia de leyes o reglamentos
que penalizan la expresión de género, como aquellos que tipifican como delitos
el hecho de vestirse con ropas del sexo opuesto o imitar al sexo opuesto, y
otras normas discriminatorias de ese tipo inciden en la libertad y la seguridad
de estas personas jóvenes y tienden a fomentar un clima en el cual se aprueban
y se cometen con impunidad actos de incitación al odio, la violencia y la
discriminación.
La penalización y la discriminación generalizada en un
contexto de ese tipo llevan a la denegación de atención sanitaria, incluidos
los procedimientos seguros de afirmación de género, y a la falta de acceso a
información y servicios afines. La patologización de personas trans y género
diversas, es decir, calificarlas de enfermas sobre la base de su identidad y
expresión de género, siempre ha sido y sigue siendo una de las causas
fundamentales de las violaciones de sus derechos humanos.
Reiteramos nuestro llamamiento a los Estados para que
despenalicen y despatologicen las identidades trans y de género diversas, en
especial de las personas jóvenes trans, para que prohíban las “terapias de
conversión” y para que se abstengan de adoptar nuevas leyes penalizadoras y
clasificaciones médicas patologizadoras, incluyendo en el contexto de la
próxima revisión de la Clasificación Internacional de Enfermedades.
Asimismo, exhortamos a los Estados a que proporcionen acceso
igualitario a la atención de salud y al tratamiento de reafirmación de género a
aquellos que lo pidan.
En la mayoría de los países, a las personas trans no se les
reconoce legalmente su identificación de género, lo cual puede llevar a más
violaciones de derechos humanos en las áreas de la educación, el empleo, la
atención de salud y otras. Muchos Estados que permiten la modificación de
indicadores de género en documentos de identidad imponen requisitos abusivos,
como una intervención quirúrgica forzada o involuntaria, la esterilización, un
diagnóstico de salud mental, intervenciones psiquiátricas u otros procedimientos
médicos coercitivos.
Muchas de esas prácticas violan la integridad física y
mental de las personas y sus derechos afines, ya que equivalen a maltrato o
tortura, e infringen su dignidad inherente.
Exhortamos a los Estados a que faciliten el reconocimiento
legal rápido, transparente y accesible de la identidad de género, sin
condiciones abusivas, garantizando los derechos humanos de todas las personas y
respetando las decisiones libres e informadas y la autonomía corporal.
En consecuencia, nunca deben efectuarse intervenciones y
procedimientos médicos coercitivos. Independientemente del sexo que le haya
sido asignado al nacer, se debe permitir que las personas jóvenes trans y de
género diverso usen sus propios nombres y pronombres y se vistan de acuerdo con
la identidad y expresión de género que ellas mismas definan.
A pesar de los abusos generalizados y de la falta de
garantía de sus derechos humanos en diversos ámbitos, las personas jóvenes
trans y de género diverso suelen carecer de acceso a recursos cuando se violan
sus derechos. Por lo tanto, es crucial que los Estados investiguen tales
violaciones, exijan la rendición de cuentas de los responsables y protejan
efectivamente los derechos de las víctimas, incluso en lo relativo al recurso,
la reparación y la indemnización.
Con ocasión del Día Internacional contra la Homofobia, la
Transfobia y la Bifobia 2017, recordamos a los Estados su obligación de
combatir la transfobia, que conduce a la violencia y la discriminación contra
las personas jóvenes trans y de género diverso; hacemos un llamamiento a los
gobiernos para que acepten la diversidad humana, que refleja la universalidad e
indivisibilidad de los derechos humanos; y subrayamos la necesidad de medidas
de aplicación integrales, entre ellas leyes, normas y prácticas apropiadas. Un
análisis universal del género, basado en derechos, debe abordar las
construcciones sociales, prácticas y costumbres que tienden a reforzar los
estereotipos de género.
Exhortamos asimismo a los Estados a que insten a las
organizaciones confesionales a que no transmitan mensajes negativos sobre las
personas trans y de género diverso. También hay un nexo muy pertinente con los
Objetivos de Desarrollo Sostenible, que todos se han comprometido a alcanzar,
en el ímpetu mundial para construir sociedades pacíficas, justas e incluyentes
que no dejen a nadie atrás.
Por consiguiente, los Estados deben revocar las leyes y
otras medidas que penalicen la expresión de género y/o que tengan efectos
negativos en las personas trans y de género diverso y deben proporcionar
procedimientos de reconocimiento legal del género que sean accesibles y no
discriminatorios, sin condiciones abusivas, incluyendo para las personas
jóvenes trans.
Los Estados deben formular y aplicar medidas inclusivas
contra la violencia y la discriminación, complementadas con una promoción
proactiva de la conciencia pública, la comprensión, la aceptación y el respeto
de la diversidad de género en todo el mundo.”debe abordar las
construcciones sociales, prácticas y costumbres que tienden a reforzar los
estereotipos de género.
Exhortamos asimismo a los Estados a que insten a las
organizaciones confesionales a que no transmitan mensajes negativos sobre las
personas trans y de género diverso. También hay un nexo muy pertinente con los
Objetivos de Desarrollo Sostenible, que todos se han comprometido a alcanzar,
en el ímpetu mundial para construir sociedades pacíficas, justas e incluyentes
que no dejen a nadie atrás.
Por consiguiente, los Estados deben revocar las leyes y
otras medidas que penalicen la expresión de género y/o que tengan efectos
negativos en las personas trans y de género diverso y deben proporcionar
procedimientos de reconocimiento legal del género que sean accesibles y no
discriminatorios, sin condiciones abusivas, incluyendo para las personas
jóvenes trans.
Los Estados deben formular y aplicar medidas inclusivas
contra la violencia y la discriminación, complementadas con una promoción
proactiva de la conciencia pública, la comprensión, la aceptación y el respeto
de la diversidad de género en todo el mundo.”
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